A lo mejor ya no hace falta forzar fusiones entre las rurales para que se conviertan en S.A. (Sociedades Anónimas o, si lo prefieren, Sociedades sin Alma), esto es, en bancos. Es uno de los objetivos que persigue el Banco de España, animado por el todo poderoso Banco Central Europeo, desde hace años. Se cargaron las cajas de ahorros y ahora van a por las rurales.
Un ejemplo para ilustrar esto: en una rural –de las grandes–, un consejero, catedrático de universidad, dimitió porque solo percibía 400 euros en dietas –no cobraba nada más– al mismo tiempo que se le exigían unas responsabilidades muy elevadas. Y la reciente sentencia sobre López Abad (CAM) por idear un sistema para que el presidente Crespo cobrara 600.000 euros, recuerda esta práctica.
Los más capaces no quieren ser consejeros de las rurales
Conclusión: los más capaces no quieren ser consejeros de las rurales. ¿La solución? Que se conviertan en bancos. Entonces sí podrían percibir una retribución acorde con sus responsabilidades, tal y como marcan las normas de buen gobierno corporativo... de las sociedades anónimas. Es la respuesta que reciben la cúpula de las rurales cuando le plantean esta disyuntiva al supervisor. ¿Quieres pagar a tus consejeros? Conviértete en banco. No hay otra.
Y eso que el gobierno Sánchez ha paralizado la reforma de las cajas rurales y cooperativas de crédito.