- Advierte que el país pasaría de "una crisis de deuda manejable a una crisis incontrolable, con grandes riesgos para el sistema bancario y la estabilidad financiera".
- Las negociaciones aceleradas con Grecia provocan el aplazamiento al 13 de julio del nuevo presidente del Eurogrupo, que beneficia a Guindos.
- El primer ministro austriaco, Werner Faymann, se traslada a Atenas en otro intento de tender puentes con el Gobierno heleno.
El Banco de Grecia, que no se había pronunciado hasta ahora sobre las negociaciones del Gobierno heleno con los acreedores ni con los posibles desenlaces, ha mandado este miércoles un demoledor informe al Parlamento con un mensaje muy claro: si esas negociaciones no prosperan, Grecia saldrá del euro y, posiblemente, también de la Unión Europea. Un jarro de agua fría entre los dimes y diretes de una negociación cada vez más apresurada y que tiene en un vilo a las instituciones europeas y a los mercados. En las bolsa, hoy miércoles, nuevos castañazos, a la espera de un resultado y de la cumbre europea del próximos días 25 y 26. Además, el Eurogrupo se reúne mañana, con el foco puesto en esas negociaciones. La tensión es tal que se ha pospuesto al 13 de julio la votación para elegir al nuevo presidente de este organismo, a petición del holandés Jeroen Dijsselbloem. La votación estaba prevista para este jueves. Es una ventaja para las aspiraciones de Guindos, que espera más apoyos si la cuestión de la presidencia entra en la agenda de próxima cumbre europea. Según el informe del banco central, Grecia se encuentra en una encrucijada histórica: la falta de un acuerdo "marcaría el comienzo de un camino doloroso que llevaría, primero, a la suspensión de pagos de Grecia y, después, a la salida del país de la eurozona y -probablemente- de la Unión Europea". Ha sido el propio gobernador del banco central, Yanis Stournaras, quien ha trasladado la inquietud a los diputados griegos: Grecia pasaría de una crisis de deuda manejable como la actual a "una crisis incontrolable, con grandes riesgos para el sistema bancario y la estabilidad financiera". En el horizonte, además, el riesgo de una nueva recesión que "podría acelerarse en la segunda mitad de 2015". Stournaras, que fue ministro de Finanzas en el anterior Gobierno de Antonis Samarás, ha deseado y confiado, con todo, que se alcance un acuerdo "realista" que anule "el riesgo de una quiebra". En medio del proceso, este miércoles le ha tocado a Austria otro intento de mediación. El primer ministro, Werner Faymann, se ha trasladado con ese fin a Atenas, donde se ha reunido con Alexis Tsipras. "Tenemos algunos días antes de la cumbre europea para tratar de encontrar una solución que debe aumentar la austeridad en Grecia", ha dicho. Rafael Esparza