El jeque catarí Sheikh Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani ha enseñado los dientes: invirtió 1.000 millones de euros para comprarse el 10% de El Corte Inglés (ECI), con una esquiva promesa de que en un futuro, apenas especificado, se estudiaría la salida a bolsa de los grandes almacenes. El representante del catarí en el Consejo, Shahzad Shahbaz, insta al resto de propietarios a cumplir lo prometido y salir a bolsa, pero no está claro que la mayoría de control quiera hacerlo. Por ejemplo, no quieren hacerlo las hijas de Isidoro Álvarez, Marta y Cristina Álvarez Guil, que prefieren seguir controlando la entidad.
Y así llega la segunda parte, que es la más interesante: Al Thani amenaza con aumentar su participación actual, poco más del 10%, comprando deuda a la banca acreedora capitaneada, desde la refinanciación, por Banco Santander, Goldman Sachs y Bank of America Merrill Lynch. Hablamos de un horizonte de deuda de 3.650 millones, donde el Santander tiene mucho que decir. Si se hiciera con la totalidad, algo impensable, eso supondría, a precio de venta, hacerse con un 36% del capital, que sumado al 10% actual, pondría el 46% de ECI en manos del jeque Al Thani.
Periplo judicial de IASA: el 23 de enero se juzga a las hijas de Isidoro por presunta condonación camuflada (siete millones de euros)
Puede ser una medida de presión despreciable, pero conviene recordar que fue el jeque catarí quien se hizo con los almacenes Harrods, aprovechando un momento de debilidad de la familia Al Fayed.
Y para hacer frente al catarí lo mejor no es estar dividido y es que el horizonte penal del enfrentamiento entre los hermanos de Isidoro, César y María Antonia, contra Marta y Cristina Álvarez Guil se complica. Ahora hay cuatro pleitos alrededor de la sociedad de cartera IASA, y se ha conocido una novedad: el 23 de enero tendrá lugar el juicio por el que los hermanos de Isidoro demandan a sus hijas siete millones, y es que IASA, donde Marta y Cristina poseen dos terceras del capital por una tercera parte propiedad de César, María Antonia y su hijo Dimas Gimeno, quienes aseguran que la sociedad condonó a Marta y Cristina un crédito de siete millones con el consiguiente perjuicio para ellos, los minoritarios. A eso unan el otro juicio que tendrá lugar el 21 de marzo, donde los mismos demandantes piden a las mismas demandadas una presunta reducción de capital dolosa por 140 millones. En definitiva, que las están reclamando la tercera parte de esa cantidad, unos 46,7 millones.
El periplo judicial del primer trimestre entre los hermanos César y María Antonia y las hijas de Isidoro -Marta y Cristina- tiene cuatro etapas durante los próximos meses
Y de postre, está en audiencia previa el caso de María Antonia Álvarez que denuncia una reducción, de 10 a cinco millones, que su hermano Isidoro le dejó en herencia. Y también está en trámite de audiencia previa un cuarto caso: los mismos demandantes reclaman a las mismas demandadas 4,7 millones en forma de préstamo, asimismo concedido, a las hermanas Álvarez Guil por IASA. En el presente caso, el asunto aún se vuelve más complejo por cuanto el acuerdo de cesión del préstamo fue admitido por el apoderado de IASA, Óscar Fernández del Llano, a la sazón, director financiero de El Corte Inglés.
No, este enfrentamiento interno, el mismo que terminó con la presidencia de Dimas, no es el mejor caldo de cultivo para enfrentarse a un enemigo mucho más peligroso: el jeque catarí.
Ojo, las ventas no van bien en diciembre. A ver qué pasa con Navidad y Reyes
Y todo esto en una lucha por las ventas a brazo partido. Decíamos ayer que Black Friday había resultado bueno para El Corte Inglés y así fue, pero la resaca de diciembre, con un descenso de ventas del 3% (periodo 1 al 17 del mes) no es como para tirar cohetes, veremos ahora que pasa con Navidad y Reyes, pero El Corte Inglés sigue pendiente de algo que empieza a parecerse a un círculo vicioso: cómo aumentar ventas sin reducir márgenes. Es lo mismo que le ocurre a todos los grandes almacenes, pero eso no deja de ser un triste consuelo. En cualquier caso, la clave va a estar en las fiestas navideñas.