- Y también a su principal apoyo, el portavoz de la compañía, Diego Copado.
- Pero Dimas Gimeno les protege.
- En el entretanto, huida hacia adelante: no se venden activos para paliar la deuda.
- Los dos grandes problemas de gestión: merma en la calidad del servicio y desmoralización en la plantilla.
- Eso sí, el miedo fuerza a Dimas Gimeno a patrocinar a Pedro J. Ramírez.
El miedo a cualquier crítica ha forzado a El Corte Inglés a patrocinar a El Español, el, por ahora, fracasado proyecto de Pedro J. Ramírez en Internet. El periodista blasona de ello en un vídeo promocional. Y tiene razón: nadie habría regalado a El Español lo que le ha regalado El Corte Inglés. Es el precio del rescate. Decíamos ayer que El Corte Inglés se está rompiendo por las luchas intestinas entre las familias Areces y Álvarez, así como entre los ejecutivos del El Corte Inglés, principalmente entre quien ahora manda, Florencio Lasaga y el presidente de la compañía, Dimas Gimeno (en la imagen), encargado de la gestión diaria. Es verdad que Lasaga cuenta con más apoyos, pues preside la Fundación Areces (37% del capital) y a las hermanas Marta y Cristina Guil, hijas adoptivas de Isidoro Álvarez, que poseen un 15%. Total: 52%. Es decir, que los Areces y los Álvarez (Dimas Gimeno es Álvarez de segundo apellido) se quedarían fuera. A Gimeno le apoyan el ex ejecutivo, todavía consejero, Juan Hermoso. Y a éste, el portavoz del El Corte Inglés, Diego Copado. Lasaga y las hermanas Guil consideran que Hermoso y Copado deben salir de la compañía, pero Dimas Gimeno les protege, una forma de protegerse a sí mismo. En definitiva, El Corte Inglés está en guerra civil y con una parálisis en la dirección que lleva a que no se tomen decisiones. Por ejemplo, preocupa la reducción constante en la calidad del servicio y quizás lo más peligroso de todo, una desmoralización creciente por parte del personal. Ambos problemas suelen ir unidos, pero también es verdad que a nadie le agrada trabajar allí donde no se percibe estrategia ni jerarquía de prioridades. En el entretanto, huida hacia adelante, tanto de los lasagistas como de los gimenistas: por de pronto, se ha paralizado la venta de activos y el cierre de otros. Estamos en que Lasaga y las hermanas Guil quieren echar a Juan Hermoso. A fin de cuentas, ya está jubilado como ejecutivo pero sigue cobrando de El Corte Inglés. A lo mejor sólo es el primer paso. Lo que está claro es que algo debe cambiar. Eulogio López eulogio@hispanidad.com