- Las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil quieren ahora el apoyo de los García (7%) y de los Areces (9%) para echar a Gimeno y hacerse con la Presidencia.
- Y al mismo tiempo, las hijas adoptivas de Isidoro Álvarez -propietarios contra gestores- pretenden fulminar a Florencio Lasaga.
- Eso sí, la tecnoestructura no está por la labor de facilitarles el camino.
- Lo lógico sería que los propietarios manden... pero dejar hacer a Gimeno.
La noticia de ahora mismo es que Óscar Areces ha llegado a un acuerdo por el que el hombre de CESLAR (9% del capital) y antiguo directivo de El Corte Inglés "desiste" de su demanda contra los grandes almacenes que preside Dimas Gimeno (en la imagen). Una demanda era laboral, la otra penal, por acoso, incluidos los pinchazos de teléfono que Areces atribuía al jefe de Seguridad de El Corte Inglés, Juan Carlos Fernández Cernuda. De ambas desiste. Ahora bien, eso no pacifica en nada la trifulca que se mantiene en la empresa desde la muerte de Isidoro Álvarez. Como ya hemos informado en Hispanidad, el plan de las hijas adoptivas de Isidoro Álvarez, Marta y Cristina Álvarez Guil ha consistido en atraerse a Paloma García (que representa el 7% del capital) y a la expulsada del Consejo, Carlota Areces, hermana de Óscar y representante de CESLAR (9%). Ojo porque CESLAR tiene dos querellas penales contra El Corte Inglés y se supone que los Areces también desistirán... si vuelven al Consejo. Las hijas adoptivas de Isidoro Álvarez controlan la sociedad IASA, que posee más del 22% del capital. Si a eso le suman otro 16% largo rozamos el 39%, incluso más que la Fundación Ramón Areces (37%). Es la lucha de propietarios contra gestores. Al único propietario que no desean las Guil es a Dimas Gimeno, el presidente... porque ellas quieren ser presidentes. Pero la tecnoestructura de la casa, dirigida por Florencio Lasaga, antaño anti-Dimas, se ha convertido ahora en la gran defensora de Dimas. Se juegan mucho en ello porque las Guil van a por toda la que denominan los "abuelos", es decir, la tecnoestructura un pelín envejecida de El Corte Inglés. Ahora, con Óscar Areces ha comenzado el pacto de los propietarios puede ser posible. ¿Y esto es bueno? El recambio generacional sí y también que la propiedad se imponga. Pero no es bueno echar a Dimas Gimeno porque es quien lleva el día a día de la compañía. Y aunque con poco más del 1%, también es propietario. En el delicado momento que atraviesa El Corte Inglés mantener a Dimas es fundamental. Las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil piensan que no: quieren todo el poder. Eulogio López eulogio@hispanidad.com