- Admitida la querella criminal contra Dimas Gimeno, Florencio Lasaga, Martínez Echevarría, Leopoldo del Nogal, Borja de la Cierva y José Luis Pavía.
- Óscar Areces y su hermana Carlota representan a Corporación Ceslar, expulsada del Consejo pero que posee el 9% del capital de El Corte Inglés.
- Areces asegura que el acoso conllevó vaciamiento de poder, humillaciones e intervención de teléfono y correo.
- ¿El peligro? Que la división en el seno del clan Areces y entre miembros de la familia y las sucesoras de Isidoro Álvarez (Cristina y Marta Álvarez Guil) dinamite El Corte Inglés.
- Al jeque catarí le viene bien esta división. Su objetivo final es hacerse con el control de El Corte Inglés al menor precio posible.
- Y al Santander también, a través de la financiera, de la que controla un 51%.
No corren buenos tiempos para El Corte Inglés. La imagen blanca que ha tenido la empresa durante sus casi 125 años de vida se está viendo enturbiada durante los últimos meses. Cuando se había logrado un armisticio entre las herederas de Isidoro Álvarez, las hermanas Cristina y Marta Álvarez Guil, Florencio Lasaga y Dimas Gimeno (en la imagen, los cuatro), el pésimo acuerdo con Qatar y el acoso laboral a Óscar prenden la guerra civil en el seno de la empresa señera de la distribución en España. Carlota Areces era expulsada del Consejo de El Corte Inglés, donde representaban a Ceslar (9%), por desacuerdos con la operación de Qatar, mientras, tras la demanda de Óscar Areces, el clan familiar del mítico Ramón Areces se rompe. Vamos con los hechos: por primera vez en la historia de la empresa, su presidente y tres de los consejeros más antiguos de la casa, así como otros dos cargos directivos, se sentarán en el banquillo por motivo de una querella criminal presentada por uno de los propietarios de los grandes almacenes, Óscar Areces Galán, querella a la que ha tenido acceso Hispanidad. La querella criminal ha sido presentada ante el Juzgado de Instrucción de Madrid el pasado 15 de octubre y ya ha sido admitida a trámite. Los querellados son Dimas Gimeno Álvarez, actual presidente de El Corte Inglés, Florencio Lasaga, Carlos Martínez Echevarría y Leopoldo del Nogal, todos miembros del Consejo de Administración de los grandes almacenes, así como Borja de la Cierva Álvarez de Sotomayor y José Luis Pavía Cervera, dos ex directivos del grupo Inditex, hoy en los grandes almacenes. Los imputados declararán en febrero. Y el asunto no es baladí. Además del propio Dimas Gimeno, Florentino Lasaga y Martínez Echevarría son los dos consejeros clave del Grupo. Lasaga es, además, presidente de la Fundación Ramón Areces, principal accionista de El Corte Inglés, con un porcentaje jamás reconocido pero que oscila entre el 37 y el 40%. Y para entendernos, Lasaga y Echevarría, han sido dos piezas importantes para que Dimas Gimeno no accediera a la Presidencia de la Fundación, control y accionista de referencia de los grandes almacenes. El presidente es ahora Lasaga. Pero vamos con el querellante. Óscar Areces y sus hermanos (entre ellos Carlota, consejera de El Corte Inglés, la expulsada del Consejo y asimismo en los tribunales) poseen Corporación Ceslar, propietaria del 9% de El Corte Inglés. ¿Por qué se enfrentaron al núcleo duro actual (las hermanas Cristina y Marta Guil, hijas adoptivas de Isidoro Álvarez), Lasaga y Echevarría y el presidente, Dimas Gimeno? Pues una de las causas es que Ceslar discrepaba del contrato con Catar, un contrato que es pan para hoy y hambre para mañana, y que encarece la financiación. Volvamos a la querella criminal. El motivo de la querella criminal interpuesta por Óscar Areces, Jefe de Compras de Mujer de Marcas Externas de El Corte Inglés por la "presunta comisión de un delito de acoso laboral (Mobbing), delito tipificado en el artículo 173 del código penal, en concurso del artículo 177 con un delito de lesiones psíquicas". En este primer paso procesal no se pide ni pena ni indemnización, pero los delitos por los que son acusados pueden exigir, en conjunto, penas de entre 8 y 15 años. El "enfrentamiento" entre la cúpula directiva de la empresa y uno de los cinco hermanos Areces viene de largo. Los continuos desencuentros entre la dirección y el querellante culminaron el pasado 20 de junio con la baja médica de Óscar Areces por "presentar un cuadro de depresión y ansiedad". De acuerdo con el informe pericial psiquiátrico, el querellante, en esa fecha, presentaba "un ánimo deprimido con intensa ansiedad" provocado por las supuestas "humillaciones" a las que se vio sometido por parte de los seis querellados. Los hechos objeto de la demanda se inician en el año 2012 cuando Óscar Areces ostentaba la responsabilidad de todas las marcas de la División de Mujer y dirigía un equipo de ochenta personas. Los resultados económicos siempre fueron positivos, incluso en los años más fuertes de la crisis económica. A pesar de ello, en el año 2013, el consejero y director general de Compras de El Corte Inglés, y querellado, Leopoldo del Nogal, decidió vaciar de contenido su puesto de trabajo, reestructurando y reduciendo su equipo de ochenta a doce personas. Atado de pies y manos, mermado su equipo, le fue también prohibida cualquier toma de decisión y, finalmente, su departamento, de doce, pasó a estar formado por apenas dos personas. Ya en el año 2014, su situación se vio una vez más agravada, esta vez a causa de las decisiones "arbitrarias" de otro directivo del citado grupo empresarial, José Luis Pavía Cervera, contra quien también se ha querellado. Pavía degradó a Óscar Areces hasta el último escalón del organigrama dándole facultades para hacerse cargo de tareas residuales, por ejemplo, como responsable de 'corners marcas' y, por si fuera poco, se le hizo depender jerárquicamente del que fuera anteriormente su subordinado. Pavía Cervera se refería públicamente a Areces como "el indeseable". Las humillaciones eran constantes por parte de los querellados, que le vejaban delante de su equipo, hacían reuniones a sus espaldas, incluso cerrando con llave la sala de reuniones, de forma que Areces no pudiera entrar de ningún modo. "El indeseable" Óscar Areces nunca fue del gusto de muchos de los miembros del Consejo de Administración de la empresa, de la que es trabajador y también propietario. Ya en tiempos en los que la entidad estaba presidida por Isidoro Álvarez, Óscar le hizo llegar la sospecha de innumerables irregularidades y supuestas corrupciones dentro de la corporación, a las que tanto su tío, como el director de Seguridad, Juan Carlos Fernández Cernuda no hicieron el menor caso. A partir de entonces, Óscar Areces comienza a oír ruidos extraños en su teléfono móvil, hasta el punto de que, a finales del agosto del 2015, solicitó un informe pericial al laboratorio de Informática Forense que encontró a dos usuarios ajenos al dispositivo, uno de ellos con el nombre de "julio", que pertenece a httpps://cptb.eci.com:444-. Todos estos hechos fueron puntualmente puestos en conocimiento de los también querellados Florencio Lasaga y Carlos Martínez Echavarría, ambos miembros del Consejo de Administración de El Corte Inglés, en constantes correos electrónicos y llamadas telefónicas, así como en visitas a sus despachos de la calle Hermosilla 112, sede central de El Corte Inglés. La misma situación fue siempre comunicada ininterrumpidamente al anterior presidente, Isidoro Álvarez y, a partir de su fallecimiento, al actual Presidente, Dimas Gimeno, tanto de forma verbal como a través de reiterados emails, tal y como se acredita en la querella. La respuesta a sus reiterados llamamientos desesperados siempre fue la misma: la callada por respuesta. Y por cierto, otro beneficiado es el Santander, también a través de la financiera de los grandes almacenes, de la que controla un 51%. Pero los intereses del Santander no tienen por qué coincidir con los de los clientes de El Corte Inglés. Eulogio López eulogio@hispanidad.com