• Les ofrecía volver al Consejo en dos años… a cambio de cargarse a Dimas Gimeno.
  • Y convertirse ella en presidenta, naturalmente.
  • Y ojo, porque los Areces reactivan la querella por su expulsión.
  • Además, Ceslar exige, al igual que Mancor (hijos de García Miranda) un cambio en el modelo de negocio.
  • Por el momento, la hija de Isidoro Álvarez mantiene una bronca permanente con Florencio Lasaga.
  • Y Dimas Gimeno, cada vez más débil.
Prosigue el enfrentamiento interno en El Corte Inglés, entre propietarios y gestores. La ventaja es que ninguno de los dos bandos continúa poniéndose de acuerdo entre sí. Nerón sigue tocando la lira. Lo habíamos dejado en que Marta Álvarez Guil, hija adoptiva de Isidoro Álvarez, había ofrecido a los hermanos Areces (Ceslar) volver al Consejo del que fueron expulsados (estaban representados por Carlota, en la imagen), en la persona del hermano menor, Javier Areces. Todo ello a cambio, claro está, de que le ayudarán a arrebatar a Dimas Gimeno la Presidencia de El Corte Inglés. Un error, desde luego, porque Gimeno, guste más o menos, es ahora quien lleva el timón y El Corte Inglés (ECI) camina en mitad de la tormenta. Ahora bien, Ceslar respondió que no por varias razones. La primera, porque la vuelta al Consejo, alegando exigencias estatutarias, se lo ofrecía doña Marta para dentro de dos años: largo me lo fiáis. Los Areces quería que la vuelta fuera inmediata y querían más puesto y, sobre todo, un cambio en el modelo de gobierno. En pocas palabras, pasar de comprar caro (por los tejemanejes internos) y vender barato (el estilo Lidl) a comprar mediano y vender caro, con margen. Eso significa, por de pronto, volver al esquema anterior y, sobre todo, cambiar a una buena parte del equipo directivo. Y algo muy parecido piensa Mancor, la sociedad de los herederos de García Miranda, que poseen algo más del 7% (Ceslar supera el 9). Hay que cambiar el estilo. Paloma García, su representante en el Consejo, está convencida de que en efecto, con este modelo de negocio El Corte Inglés va al precipicio. Ahora bien, una cosa es esa y otra echar Dimas Gimeno y, sobre todo, sustituirle por Marta Álvarez Guil. Antes habría que buscar un equipo ejecutivo externo que tomara el timón. Por tanto, por ahora, la rebelión de Marta Álvarez Guil queda fuera de servicio, Y el caso es que la heredera cada vez se lleva peor con Florencio Lasaga, con quien ha tenido broncas de las que se oyen desde el pasillo. El único que juega a ambas barajas, propietario y gestores, es, cómo no, el inquietante jefe de Seguridad de El Corte Inglés, Fernández Cernuda, el hombre más informado de España y parte del extranjero. Pero no sabe gestionar El Corte Inglés. Por otra parte, aunque la querella penal de los Areces por su expulsión del Consejo no fue admitida a trámite, han recurrido y si es caso presentarán una nueva querella. Se le agota el plazo de Florencio Lasaga para llegar a un acuerdo con las Guil, Ceslar y Mancor, y esperemos que sea manteniendo a Dimas Gimeno en la Presidencia. Y ojo porque, a día de hoy, Gimeno es imprescindible. Y si no, que busquen el relevo, que nadie lo ha buscado. Porque lo importante no es toda esta trifulca a varias bancas: lo importante es que El Corte Inglés (ECI) debe enderezar el rumbo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com