- Hermoso, de 69 años, seguirá como consejero del El Corte Inglés SA y como patrono de la Fundación Ramón Areces, además de como asesor del presidente.
- Aún así, las hijas de Isidoro Álvarez y María José Guil, Marta y Cristina, ganan posiciones por el control de la compañía.
- Es más: en principio, el cese podría seguirse con el nombramiento de Florencio Lasaga como presidente de la Fundación, propietaria de casi 40% de El Corte Inglés.
- Y todo ello a pesar de que la gestión de Dimas Gimeno ha supuesto un aumento del 6% en las ventas de los grandes almacenes.
- Marta Álvarez Guil participa cada vez más activamente en la gestión de la compañía, en el departamento de Muebles y Decoración.
La sorpresa cundió el lunes por la mañana entre los directores de centro de
El Corte Inglés. Y no era para menos: les anunciaron el cese como ejecutivo de
Juan Hermoso,
mano derecha del fallecido presidente,
Isidoro Álvarez (
ambos en la imagen), y también de su sucesor al frente del Grupo, su sobrino
Dimas Gimeno. Pero hay que decirlo todo: una cosa es la sorpresa y otra la perplejidad. Entre los directores hubo más de lo primero que de lo segundo: quien más quien menos, todos estaban al tanto de la
pugna entre el nuevo presidente, Dimas Gimeno, y la parte del
accionariado representado por la viuda de Isidoro,
María José Guil, y sus dos hijas,
Marta y
Cristina Álvarez Guil. Ambas controlan algo más del 15% del capital, mientras que Gimeno posee algo más del 7%. Pero una cosa es cierta, en cualquier caso, con el cese de Juan Hermoso, director de
Ventas del grupo, cesa también uno de los principales valedores de Dimas Gimeno. Hermoso es partidario, por ejemplo, de que Gimeno, al igual que su tío Isidoro, ocupe la Presidente de la Fundación Ramón Areces, clave del control de El Corte Inglés, propietario de casi el 40% del capital.
Juan Hermoso, directivo histórico de la casa y que ahora tiene 69 años, seguirá como consejero de
El Corte Inglés SA y como patrono de la
Fundación Ramón Areces y también como asesor del actual presidente, pero ya no tendrá
poderes ejecutivos. El movimiento no tendría mayor trascendencia si no se tiene en cuenta
el pulso entre los accionistas del que nos hemos hecho eco en Hispanidad. La última vez, a raíz de la autopropuesta de Florencio Lasaga como presidente de la Fundación Ramón Areces. Ese nombramiento no se ha producido todavía y es clave para el control de El Corte Inglés.
El problema de fondo tiene el mismo tronco: el propio
testamento de Isidoro Álvarez. En esas
voluntades dejó muy claras las cosas respecto a la Presidencia del grupo y preparó para la sucesión a Dimas Gimeno, al que dejó, además, el 7% del accionariado. Pero no dejo tan claras las cosas para el relevo en la Fundación Ramón Areces. Y es ahí donde está el pulso. Mientras
Juan Hermoso ha sido uno de los defensores más claros de que Dimas Gimeno presida también la Fundación, otros no han pensado lo mismo y las hijas de Álvarez, mientras, han jugado sus cartas para conseguir nuevos apoyos. Tienen ya el de
Florencio Lasaga, que ejerce de albacea testamentario de Isidoro y también el de
Carlos Martínez Echavarría, otro de los hombres más próximos al presidente fallecido.
Otra pregunta es la actitud que tomarán otros miembros de la familias Areces ahora que empieza a decantarse el asunto. Por ejemplo
Carlota Areces Galán, consejera, que representa al 10% del capital, heredado de
Luis Areces, hermano de
Ramón Areces.
Carlota es la más independiente de todas, pero tampoco hay que olvidar a
Paloma García, que representa un 7% del capital. Paloma es la heredera de otro miembro del
clan Areces,
José Antonio García Miranda. O Valentín García Miranda (3%), aunque éste juega con los acciones.
Quedan los descendientes de
Celestino Areces, uno de los cuales peleó con Isidoro Álvarez por la valoración de las acciones de El Corte Inglés, que no cotizan en bolsa. Entre los tres hermanos que se mantienen como accionistas no alcanzan el 3%.
Independientemente de esto, avanzan las posiciones de las hijas de Isidoro, Marta y Cristina, para controlar la sociedad. Y todo ello a pesar de la
buena gestión de Dimas Gimeno, que ha conseguido ya que las ventas de El Corte Inglés hayan aumentado un 6% desde que asumió la Presidencia.
A toda esta trama se suma la presencia en la gestión, cada vez más activa, de
Marta Álvarez Guil, en el relevante departamento de
Muebles y Decoración. El aumento de actividad de Marta es tal que ha provocado más de una disfunción en los grandes almacenes. Se ha empeñado, por ejemplo, en remodelar el departamento de Muebles y Decoración. Y para ello no ha tenido mejor idea que contratar a una
directiva británica que no sabe español. No sería un problema mayor si tenemos en cuenta que el inglés tampoco es el idioma de funcionamiento de los
jefes de departamento con los que tiene que despachar y dar instrucciones. Pero como la comunicación es necesaria la solución ha sido, no que ella aprenda
castellano, sino que los jefes de departamento aprendan inglés. En esas están.
Lo lógico sería dejar ejercer como gestor a Dimas Gimeno, pero la desaparición de Hermoso de la línea ejecutiva no parece apuntar hacia ahí.
Rafael Esparza / Eulogio López
rafael@hispanidad.com / eulogio@hispanidad.com