- Los títulos de la eléctrica caen más de un 14% en la mañana de este lunes.
- En el último mes, la capitalización de la compañía ha pasado de 17.600 a 13.900 millones de euros.
- El revés en bolsa ahonda en la difícil situación de la compañía, que perdió 3.000 millones de euros hasta junio.
- La canciller alemana establece un cambio de modelo: sustituir el carbón y la nuclear por las renovables (eólica y solar).
Los accionistas de E.ON están viviendo un auténtico lunes negro. Durante las primeras horas de la sesión bursátil, los títulos de la eléctrica se están desplomando más de un 14%. El motivo, la salida a bolsa de su
filial Uniper, que agrupa el negocio de generación convencional. Y, ojo, porque la capitalización de la compañía ha caído en aproximadamente
4.000 millones de euros en el último mes, y ha pasado de 17.600 millones a 13.900.
E.ON tomó la decisión de crear esta filial por los cambios regulatorios llevados a cabo por el Gobierno de
Ángela Merkel (
en la imagen), que suponen un cambio de modelo energético: sustituir el carbón y la energía nuclear -la más barata y la más limpia- por las renovables, especialmente por la eólica y la solar.
La compañía que preside
Johannes Teyssen no fue la única que modificó su estructura. RWE separó sus negocios en dos: por un lado, los convencionales -nuclear, gas y carbón- y, por otro, las renovables, las redes y la comercialización.
El revés bursátil de E.ON de este lunes ahonda en la difícil situación de la compañía que durante el primer semestre perdió 3.000 millones de euros, mientras la deuda aumentaba un 16,5%, hasta los 24.800 millones.
Muy distinto es el futuro que afronta Uniper. Su presidente,
Klaus Schäfer, es muy optimista: "Uniper es ahora una empresa independiente, estamos en bolsa, podemos mirar hacia adelante", ha señalado.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com