- Insiste en que será el candidato a las generales.
- A pesar del desastre que se prevé para el 24 de mayo.
- Y sí: Rajoy ya está convencido de que ha cometido un error con Rato, pero ahora ya no puede pararlo.
- En Presidencia trabajan para que el CEC se ponga de nuevo en marcha pero éste se resiste.
- Y la batalla de la televisión parece definitivamente perdida.
Sólo Hispanidad defendía la tesis hace ya un año, pero ahora todo el mundo se apunta: el distanciamiento entre el presidente
Mariano Rajoy y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, empeñada en ser califa en lugar del califa, se ha convertido en enfrentamiento abierto.
Pero no conviene despreciar a un gallego como Mariano Rajoy ni darle por muerto. El presidente ya ha dejado claro que,
aunque el PP se parezca cada día más a la UCD, no está en discusión que él será el próximo candidato a las elecciones generales de noviembre. Y dado lo que ratifican las encuestas, y
dado el varapalo electoral que se espera en las Municipales y Autonómicas de mayo, eso significa que Rajoy está pensando en ser enterrado como los faraones: con todos sus servidores.
Recordemos que la única posibilidad de Soraya para desbancar a
Rajoy era que este cediera la primogenitura antes de las próximas
elecciones generales, fuera por imperativo judicial (
caso Bárcenas) o por rebelión interna del partido, cosa que no ha sucedido porque, aquí, doña Soraya ha vuelto a cometer un error: el partido no le traga y algunos miembros del Gobierno, tampoco.
Pero eso no significa que Rajoy haya tirado la toalla. No, todavía sigue vendiendo que sus recetas económicas han funcionado y seguirá haciéndolo hasta noviembre. Soraya parece condenada a una travesía en el desierto de, al menos, una legislatura,
si quiere acceder la presidencia. Y aún así…
En este ambiente ucedero tres son las cuestiones de más actualidad: se confirma que el
caso Rato fue utilizado por Soraya contra Rajoy y éste acabó cayendo en la trampa. Convertir a Rato en el objetivo a batir significa hacer lo propio con toda su generación del PP, la de Mariano.
En segundo lugar,
Rajoy sabe que se ha ganado el distanciamiento del CEC, de los grandes poderes económicos, y pretende recuperarlo a toda costa. Hubo un momento en que la candidata del CEC a la Presidencia del Gobierno era Soraya.
En tercer lugar,
la vicepresidenta ha fracasado en su batalla con tras el
Duopolio televisivo de Mediaset y Planeta.
Ahora bien, pretender recuperar terreno a costa de amenazarles con un nuevo concurso calculado de canales es no comprender nada. Sobre todo cuando los
Vasile, Creuheras y compañía saben que no están en manos del Gobierno sino que es el Gobierno el que está en sus manos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com