Copa de Navidad en Moncloa, lunes 17. El presidente, Pedro Sánchez, continúa jugando a ser frentepopulista para contentar a los separatistas catalanes que le hicieron presidente, al tiempo que juega a ser estadista para parar a esos mismos separatistas catalanes y vascos. Un equilibrismo difícil de mantener. Mientras, sus ministras económicas (principalmente Calviño, Montero y Valerio) explican, no a qué quieren jugar sino a qué están jugando.
En Hispanidad hemos aplaudido, y seguimos aplaudiendo, la subida del salario mínimo, medida estrella del sanchismo… y con razón. Ahora bien, la subida de casi el 23% del salario mínimo ha venido acompañada de una subida adicional de cuotas sociales, que en un 80% pagan los empresarios. Bien está que el salario mínimo suba de 750 a 900 euros, en números redondos, pero no debería haber llevado adosado un subidón paralelo de las cuotas sociales, que, encima, afecta, de forma automática, no sólo al SMI, sino al resto de salarios bajos. Bien por la subida de salarios, mal por la subida de cuotas.
El efecto final puede ser el contrario al esperado: menos empleo y más empleo en negro
Este subidón de impuestos laborales provocará más economía sumergida y más dinero negro. Es decir, una buena medida, la subida de los salarios bajos, se ve oscurecida por no haber cortado su efecto, insisto, automático, sobre la subida de los impuestos que grava el empleo: las famosas cuotas sociales.
¿Y todo esto para qué? Para pagar las pensiones, naturalmente, que también suben a partir del 1 de enero según el IPC. Y es de justicia que suban, ciertamente, pero también lo es que el sistema público de pensiones español está quebrado.
Naturalmente, para el sanchismo, que se guía por los viejos tópicos de la izquierda mostrenca, el retraso en la edad de la jubilación y la implantación de un salario maternal justo para aumentar la natalidad, las dos únicas medidas que aseguran el pago de las pensiones futuras resultan poco menos que fascistas. A la ministra Valerio, que no debería pensar en otra cosa, le molesta hasta que se lo mencionen.
La alternativa es cuotas por IVA, pero esto es tabú para el sanchismo, izquierda mostrenca
Por si fuera poco, el Ejecutivo Sánchez subirá las cuotas de los autónomos. Es decir, que se va a cargar la gallina de los huevos de oro para crear empleo. Para muchos aspirantes a parados permanentes, el cuentapropismo ha sido la salida para llevar una vida digna: pagar menos impuestos laborales a costa de renunciar a bajas laborales y a una pensión pública. Pues bien, el Gobierno Sánchez está empeñado en cargarse esa gallina de los huevos de oro que son los autónomos elevando sus cuotas sociales. El efecto final de ese subidón encubierto de impuestos laborales puede ser el contrario al esperado: menos empleo y más economía sumergida, más pagos en negro. A mucha gene, el trío Calviño-Montero-Valerio no le deja otro opción, en negro. El trío que repite que la presión fiscal en España es muy baja. Ojo, no en materia de impuestos laborales aportados por el empresario, donde es la más alta de Europa.
La alternativa es cuotas por IVA, bajar las cuotas y subir los impuestos al consumo. Pero esto es tabú para el sanchismo, izquierda mostrenca y un tanto rancia. Se percibe más paro en el horizonte.