El anuncio por el grupo DIA de un profit warning y la suspensión del dividendo han dado la puntilla al valor en bolsa, que caía con fuerza desde primera hora pero se han conjurado para que el desplome supere el 40%. El valor está en mínimo histórico de 1,09 euros por acción, cada vez más alejado de los 4,67 con los que arrancó el año, con una pérdida del 50%.
La crisis, en consecuencia, se agudiza, como pone de relieve el hecho relevante a la CNMV (en el documento adjunto), que constata la caída de las ventas, con efecto en el margen, y un Ebitda para el año de entre 350 y 400 millones, frente a los 568 millones de 2017, sin incluir el duro impacto de Argentina, país del que dependen un 16,14% de las ventas, y que sufre un crisis cambiaria que ha desplomado el peso.
DIA acepta la dimisión presentada por Ana María Llopis, que queda como consejera hasta el 21 de diciembre
Como consecuencia de lo anterior, anuncia otra medida demoledora: la suspensión del dividendo para el ejercicio 2019, que afecta mucho más en el ánimo que el relevo en la presidencia y los cambios en la dirección que se acercan.
Por un lado, acepta la dimisión presentada por Ana María Llopis, que queda como consejera hasta el 21 de diciembre, que sigue al cambio de consejero delegado forzado en agosto por el principal accionista, el ruso Mikhail Fridman. Antonio Coto sustituyó a Ricardo Currás, aunque de momento no ha arreglado mucho.
A Llopis le releva ahora, provisionalmente, Stephan DuCharme, vicepresidente primero. Las vicepresidencias segunda y tercera las ocupan Richard Golding y Mariano Martín, pero los cambios afectarán también a dirección financiera corporativa.
Una OPA del ruso Fridman (29%) no es posible a corto plazo por la penalización en bolsa
Ya hemos explicado que el grupo DIA da mucho miedo por la especulación y que tiene dos problemas en el horizonte: Amazon -para competir con ella hacen falta marcas propias y DIA no las tiene- aprieta en sus acuerdos -como el firmado con DIA- hasta ahogar a la otra parte y el empresario ruso Fridman, con una inversión (29%) igual de especulativa que la de otros inversores (como la de Goldman Sachs, Baillie Gifford, Black Creek o Norges Bank).
La última compra significativa de Fridman, en agosto de 2017, fue a 6 euros, lo que deja unas minusvalías importantes. Y aparte de eso, el precio de una oferta, en caso de OPA, no puede ser menor al pagado por Fridman en los 12 meses anteriores.