El Euro Stoxx50 -que representa el rendimiento de las 50 empresas más grandes entre los 19 supersectores en términos de capitalización de mercado en 11 países de la eurozona- cayó un 1,72%, mientras que el Dax de Fráncfort- baja un 2,18%. Sólo el mercaod británico, el del Brexit subía (FTSE, un 1,82%). En España, el Ibex 35 cró un 2,48%, la empresa que más cae es Siemens Gamesa, que ha cerrado con un -17,35%. El sector bancario tampoco ha resistido al descenso: Bankia (-1,36%), BBVA (-1,36%), CaixaBank (-2,44%), Sabadell (-3,37%) y Santander (-3,71%).

Resumindo: desastre casi total. Ahora bien, dos cosas:

1.Los descensos se están convirtiendo en algo habitual. 

2.Los analistas ya no saben explicar el porqué ni a posteriori. Y algunos ya temen que estemos ante algo más que unas bajas puntuales, más o menos sostenidas, sino ante un fin de ciclo en los mercados financieros, que por mor de la digitalización podrían no volver a ser lo mismo que han sido hasta ahora: la fuente de financiación primaria de las grandes empresas y el objetivo primero de los fondos.