El corporativismo de los jueves es muy elevado y, por eso, la noticia cobra aún mayor relevancia. La Audiencia Nacional ha apartado este viernes al juez José Ricardo de Prada del juicio de la caja B del PP, por considerar que es parcial o, si lo prefieren, porque su imparcialidad está en entredicho después de que en la sentencia de la trama Gürtel diera por acreditada la existencia de la caja B del PP, algo que motivó el voto particular del presidente del tribunal, el juez Ángel Hurtado, que no estaba de acuerdo con estas manifestaciones.
Aquella sentencia, recuerden, fue la que precipitó la moción de censura contra Rajoy y la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno. Y no pasa semana sin que Sánchez justifique su moción de censura por la "obligación" creada por una sentencia de De Prada reducida a tan solo dos municipios, en la trama Gürtel.
No ha habido unanimidad en la decisión sobre De Prada. De los 15 magistrados que integran la Sala de lo Penal, ocho han votado a favor de apartarle y siete, en contra. La sala, sin embargo, ha rechazado apartarle de la investigación sobre la trama corrupta en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. De Prada podrá seguir siendo el azote del PP... en la periferia Madrileña. En cualquier caso, Pedro Sánchez se lo agradecerá.