El ministro de Justicia Rafael Catalá dijo el pasado lunes que "todos saben" que el juez Ricardo González -el que pidió absolver a La Manada- "tiene algún problema singular" y que el Consejo General del Poder Judicial "debería haber actuado preventivamente" contra él.
Catalá considera que ante el polémico debate que se ha producido tras la sentencia de La Manada no debe ser "ciego, sordo y mudo", y ha insistido en que su obligación es "alertar" de las anomalías que pueden suceder en el funcionamiento de la Justicia para que el Poder Judicial actúe.
El ministro de Justicia se pronunció así en declaraciones a El País después de que las siete asociaciones de jueces y fiscales pidieran este lunes en bloque su dimisión por haber insinuado que el magistrado que emitió el voto particular, Ricardo Javier González, "tiene algún problema singular" que "todos" saben y que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) "debería haber actuado preventivamente" contra él.
Las declaraciones del ministro de Justicia fueron apoyadas por la portavoz del PSOE en el Congreso y exmagistrada del Tribunal Supremo, Margarita Robles, y por el secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos.
Sin embargo, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reclamó ayer al ministro de Justicia que respete la división de poderes y que aclare si tiene alguna acusación que hacer sobre el magistrado que emitió un voto particular a favor de la absolución de La Manada. En declaraciones realizadas al final de la manifestación del 1 de Mayo celebrada en Madrid, el dirigente socialista pidió al ministro de Justicia que "no sea torpe" y que si tiene alguna acusación "particular o personal" que hacer sobre el magistrado "aclare a qué se refiere". "Si no, lo mejor es estar callado; y si no, lo mejor es asumir la responsabilidad que tiene un miembro del Gobierno y respetar la división de poderes", añadió. Según Sánchez, "si dependiera del PSOE, Catalá hubiera dejado de ser ministro hace mucho tiempo". "Llueve sobre mojado en nuestra petición de responsabilidades políticas", señaló.
En caso de consumarse la denuncia, sería registrada en el Tribunal Supremo al dirigirse contra un aforado nacional
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, Joaquín Galve, salió ayer en defensa de Ricardo González, magistrado discrepante de la sentencia de La Manada. Negó que tenga algún problema que le impida ejercer su cargo con la suficiente profesionalidad y aseguró que "es una persona absolutamente normal, como cualquier otra, un buen juez además".
En ese contexto, el propio magistrado Ricardo Javier González, integrante de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial de Navarra y autor del voto particular discrepante en la sentencia contra La Manada, estudia la posibilidad de emprender acciones legales contra Catalá para defender su honorabilidad, según han señalado fuentes jurídicas, informa Diario de Navarra.
La perplejidad con la que González recibió tales afirmaciones por parte de Catalá le ha llevado a plantearse la presentación de una denuncia por un delito de injurias y/o calumnias (imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad), que en caso de consumarse sería registrada en el Tribunal Supremo al dirigirse contra un aforado nacional y cuya competencia le pertenece a la Sala Segunda (de lo Penal).
Y recuerden, el ministró Catalá no rectifica, se ha ratificado en su actitud.