Decíamos ayer que la Bolsa entró en estado de shock nada más conocerse el acuerdo de 'Los Picapiedra': Pedró Sánchez y Pablo Iglesias, el primero como presidente y el segundo como vicepresidente de un Gobierno de Coalición "rotundamente progresista".
Así, la cotización de Bankia para quien Podemos ha pedido la nacionalización, y al igual que el resto de la banca y negocios regulados, se hundieron durante la última la recta de la jornada del martes. Pero lo malo es que en la sesión del miércoles la tónica fue la misma y las firmas más afectadas fueron aquellas donde el peso del negocio de España es mayor en su balance.
En plata: al mundo del dinero no le gusta nada Pablo Iglesias como vicepresidente.
Es más, un destacado gestor socialista insistía -mañana del miércoles- en que no comprendía cómo Sánchez había tranquilizado a los mercados, durante la campaña electoral, con el anuncio del nombramiento de la 'ortodoxa' Nadia Calviño como vicepresidenta del área económica, si luego puede ser el vicepresidente, Pablo Iglesias, quien presida la importantísima comisión de Asuntos Generales, que se reúne los miércoles en Moncloa. Allí figuran los secretarios de Estado y sus secretarios más relevantes. Allí se discuten los decretos más importantes que pasan al Consejo de Ministros con cinta roja o cinta verde. La primera implica que el Consejo debe debatir la medida; la segunda, que solo debe aprobarla: ¿se imaginan ustedes a Pablo Iglesias Turrión -comentaba este veterano del PSOE- presidiendo esta comisión?-.
En definitiva, Pedro Sánchez sin encomendarse ni a dios ni al diablo, ha dejado al mundo del dinero, a los mercados y al propio PSOE...catatónicos. La mayoría considera que dará marcha atrás. La apariencia, desde luego, no es esa.