- Pero necesitará mucho dinero para competir contra los fondos Zegona y Providence.
- El primero saca partido al vender Telecable: dinero y el 15% de Euskaltel, pasando a ser su segundo accionista.
- Eso sí, gracias a una ampliación de capital, que diluirá las participaciones de Kutxabank y Corporación Financiera Alba hasta el 21% y el 9%.
- Asimismo, Zegona amenaza de nuevo a Providence, primer accionista de Másmóvil, ¿quién se comerá a quién?
- Tampoco hay que olvidar el pacto entre Telefónica y Vodafone por la fibra óptica, que supone más competencia para Euskaltel.
Parece que al
PNV no sólo le interesa la política, sino también jugar un papel en el sector de las telecomunicaciones, pues quiere tener el
cuarto operador. Y va por buen camino:
Euskaltel acaba de comprar
Telecable, el operador asturiano, por lo que ya controla las
cableras del norte.
Claro que
no es oro todo lo que reluce. Y es que el PNV, a través de
Kutxabank, necesitará mucho dinero para competir contra los fondos
Zegona (propietario de Telecable) y
Providence (liderado por el
especulador John Hahn y primer accionista de Másmóvil).
Por el momento, Zegona ya saca partido de la venta de Telecable. El valor de la cablera asturiana se ha fijado en
686 millones de euros, incluyendo 245 millones de deuda neta, más una contraprestación de 186,5 millones en efectivo y 254,6 millones en
acciones de Euskaltel, según la
información remitida a la CNMV.
En concreto, se hará con el
15% del capital del operador vasco tras la
ampliación de capital, pasando a ser su segundo accionista. Eso sí, esta ampliación no beneficiará a todos: diluirá las actuales participaciones de
Kutxabank (25,85%) y
Corporación Financiera Alba (10%), dejándolas en el 21% y el 9%, respectivamente.
Asimismo con la venta de Telecable y su entrada en Euskaltel, Zegona amenaza de nuevo a Providence, primer accionista de
Másmóvil,
¿quién se comerá a quien? La cosa está complicada, pues Euskaltel tiene una capitalización de unos 1.400 millones y Másmóvil, ya supera los 1.100 millones. Además no hay que perder de vista lo mucho que le gustan a
Jonh Hahn los
pelotazos y que está
preparando otro (Másmóvil para Orange, tras el acuerdo para usar la fibra óptica de la teleco gala).
Tampoco hay que olvidar el pacto entre
Telefónica y Vodafone por la
fibra óptica -por el cual la operadora británica puede acceder a la fibra de la española-, que supone más competencia para Euskaltel porque podría quitarle clientes.
El operador vasco también tiene fibra óptica, al igual que la cablera gallega (R Cable) que compró hace año y medio y la que acaba de adquirir (Telecable), pero
le falta ser fuerte en contenidos, donde las grandes telecos le sacan bastante ventaja.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com