- El pregonero del Carnaval de Santiago de Compostela, de nombre Carlos Santiago, llama "puta" y "feladora" a la Virgen del Pilar.
- El alcalde de Santiago, Martiño Noriega (Podemos), había anunciado un día antes un "pregón apostólico". O sea, conocía el contenido.
- Numerosas familias decidieron abandonar el lugar ante los insultos y el ataque a los sentimientos religiosos.
- El Arzobispado de Santiago de Compostela muestra un profundo "disgusto y dolor" y no entiende la falta de repercusiones por los insultos a las creencias.
- Así que solo queda que alguien denuncie los hechos.
Una persona, de nombre
Carlos Santiago (
en la imagen), pronunció el pasado lunes el
pregón del Carnaval de Santiago de Compostela en donde insultó a la Virgen María e hizo numerosas referencias obscenas, obligando a las familias a abandonar el lugar.
Según informa el diario
El Correo Gallego, el dramaturgo salió al balcón del Pazo de Bendaña caracterizado como el Apóstol Santiago para pronunciar el tradicional pregón de carnaval.
Allí habló de los testículos del Apóstol Santiago, utilizó palabras denigrantes contra la Virgen María y se refirió a determinadas prácticas sexuales en relación con la Virgen del Pilar, patrona de España.
Según declararon algunos testigos a los medios de comunicación gallegos, el pregonero "empezó a hablar de los huevos del Apóstol, a llamar puta a la Virgen y a decir que la Pilarica le practicaba una felación al Santo".
"Fue muy duro y a la gente no le gustó mucho porque fueron críticas muy groseras", recoge el Correo Gallego.
Numerosas familias decidieron abandonar el lugar ante los insultos y el ataque a los sentimientos religiosos. Algunos de los presentes en el pregón lo calificaron como "increíble" y "denigrante".
El acto ha desatado una tormenta política en Galicia, ya que, según publican los medios de aquella comunidad, ha costado, entre el pregón y la posterior actuación musical, 2.500 euros, añade
Alerta Digital.
El alcalde de Santiago, Martiño Noriega (Podemos), había declarado el día anterior que los compostelanos iban a tener un "pregón apostólico", lo que parece indicar que tenía conocimiento previo de su contenido.
Desde el
Arzobispado de Santiago de Compostela manifestaron su profundo sentimiento de "disgusto y dolor" por los hechos y subrayaron que no consideran razonable que se insulten las creencias religiosas de esta manera sin que haya repercusiones. El arzobispado insistió el martes en que no es de recibo despreciar de esa forma las creencias religiosas de los demás y de una forma tan gratuita. Destacaba, asimismo, que numerosos vecinos se pusieron en contacto con dicha institución para comunicarles su disgusto y su dolor.
Es evidente que lo que ha hecho el pregonero se parece mucho al delito de ofensa a los sentimientos religiosos, tipificado en el Código Penal.
Sólo queda que alguien denuncie.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com