- Aumenta su aportación al fondo de pensiones de 10.000 a 15.000 millones de euros.
- Por otra parte, las emisiones de deuda descienden de 233.900 a 220.145 millones, siempre que se cumpla el objetivo de déficit.
- Y falta que hace porque estamos con una deuda del 100% del PIB.
- Y con una presión de tipos al alza.
- A todo esto, aún no hemos salido del procedimiento de déficit excesivo.
- En cualquier caso, estas cifras presagian que será muy difícil rebajar la actual presión fiscal.
La
estrategia de financiación del Tesoro Púbico para 2018, presentada este lunes por
Emma Navarro, secretaria general del Tesoro (
en la imagen), anuncia algo que ningún político, y menos el Gobierno, quiere oír: la 'quiebra' del actual sistema de pensiones público. Los números están ahí: este año,
el Tesoro prestará 15.000 millones de euros para pagar las pensiones, 5.000 millones más que en 2017.
El asunto es muy serio. Imagínense que una familia tiene que pedir un crédito al banco para comprar la comida diaria. Nos echaríamos las manos a la cabeza. Pues con las pensiones pasa eso exactamente. El Estado se endeuda para cubrir un gasto corriente, tan necesario como la comida, y que
lejos de disminuir, aumenta cada mes.
Lo que va a disminuir este ejercicio es la emisión de deuda. Como se reduce el déficit, serán 220.145 millones de euros brutos, frente a los 233.900 millones de 2017. Cumplir con el objetivo de déficit es importante porque estamos con una deuda pública del 100% del PIB y con una presión al alza para que suban los tipos de interés. Porque
no hay que olvidar que la deuda hay que devolverla con sus intereses correspondientes, aunque sea a muy largo plazo y a un precio muy bajo.
A todo esto, hay que recordar que España todavía no ha salido del procedimiento de déficit excesivo. El ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro, aseguró en noviembre que cerraremos 2017 con un déficit del 3%, una décima por debajo de lo previsto en los presupuestos remitidos a Europa. Es decir,
nos quedaremos en el límite para salir de ese procedimiento de déficit excesivo.
En cualquier caso, estas cifras presagian que será muy difícil rebajar la actual presión fiscal. Vamos, que no podemos esperar una bajada de impuestos. Tal vez sí en 2020 o antes, si hay adelanto de elecciones generales.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com