Y toda esa historia no puede entenderse sin el sarcasmo, mera coincidencia, de que el presidente actual del BBVA, Carlos Torres, y el actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, son vecinos, finca con finca, en una conocida urbanización madrileña. Vamos, que sus escoltas deben jugar juntos a las cartas.
Y eso tiene mucho que ver con lo que cuento a continuación:
Tres días antes de que interviniera la Fiscalía General del Estado, el juez Manuel García Castellón, harto de la indolencia de actitudes como la del ex ministro Miguel Sebastián, que sólo se persona pero no se querella, estaba tentado de dar por cerrado el caso.
Francisco González, a tiro de imputación: ¿cuánto aguantará Corrochano?
De repente, ¡oh casualidad!, la Fiscalía anticorrupción, que no la Fiscalía de la Audiencia Nacional, imputa nada menos que a ocho directivos y ex directivos del BBVA, entre ellos al ex ceo Ángel Cano y al director de seguridad Julio Corrochano. Ojo, el intermediario entre Villarejo y FG, el hombre, por decirlo así, que no debe hablar.
Y miren por dónde, todos le dicen a Su Señoría lo mismo, que se acogen a su derecho a no declarar pero solo a uno se le impone la relevante fianza de 300.000 euros. En otras palabras, a quien presionan el juez y el fiscal es a don Julio Corrochano. Y más le vale a FG que no consigan poner a Corrochano entre la espada y la pared. Porque lo cierto es que, tras el sorprendente cambio de actitud de la Fiscalía, ojo de la Fiscalía Anticorrupción, antes Manuel Moix, ahora Alejandro Luzón, resulta que el caso ha despertado.
¿Por qué cambió de parecer la Fiscalía anticorrupción? Pero fianza sólo pidió para Corrochano
En paralelo -otra casualidad- como ya explicamos con anterioridad, el BCE y el BdE se han cansado de Carlos Torres y de su papel protector de Francisco González. Se han cansado, por ejemplo, de la interminable investigación interna de la fiscalía cuando existen grabaciones, cientos de grabaciones, sin revisar.
Y en esta historia sublime existe, también, quien intenta lavar su pasado gracias al BBVA. Y ya saben los contables que la única forma de olvidar un pasado contable es una fusión, que supone un volver a empezar.
En cualquier caso, Carlos Torres, con su defensa imposible de FG puede ser sustituido en la Presidencia de BBVA. Los socialistas, que están en funciones pero no son idiotas, proponen a José Manuel González Páramo. Los populares a Jaime Caruana. Ambos consejeros del BBVA que pueden pasar a ocupar el cargo de presidente-chairman, como le gusta la BCE, sin preámbulos, presidente-chairman del grupo vasco. Y adiós a Carlos Torres.
Al final de todo este plan figura una posible fusión entre BBVA y Bankia, que cerraría el saneamiento bancario español
Pero todo depende del caso judicial Villarejo-BBVA… que continúa ascendiendo hasta la imputación del mismísimo FG, que es el premio gordo de este sorteo. Por defenderle, Carlos Torres podría pasa a la historia bancaria española como Carlos el Breve. Pregunten en casa de su vecino.
Rememorando: BCE y BdE están de acuerdo en relevar a Torres. PSOE y PP también, sólo que el primero quiere al progresista González Páramo como presidente y el PP, a Jaime Caruana para el mismo cargo. Y esto es lo malo: sólo hay una Presidencia.
Por cierto, allá al fondo, la idea de Luis de Guindos, una vez conseguido el relevo en la Presidencia del BBVA, es dar el último paso para cerrar el saneamiento bancario español: una fusión entre BBVA y Bankia.