- Monseñor Vives, obispo de la Seo de Urgell, estaría dispuesto a ceder el coprincipado de Andorra a la monarquía española.
- Sería un gran cambio institucional, pues desde hace siglos, la Jefatura del Estado del país pirenaico reside en una bicefalia: en dos copríncipes (uno francés y otro episcopal español).
- Esta figura se remonta al siglo XI y hoy recae en el presidente de la República Francesa y en el obispo de la Seo de Urgell, según establece la Constitución andorrana de 1993.
- La Iglesia no tiene ningún interés en mantener el coprincipado, a pesar de que carece de poder político, pues su misión es de orden espiritual, según dijo el Papa hace meses.
- Además, monseñor Vives se perfila como el sustituto de Martínez Sistach en el Arzobispado de Barcelona, por su perfil de catalanista moderado. Así, se dice en círculos clericales, pero no hay que fiarse, pues la decisión la tiene el papa Francisco.
Tras el escándalo protagonizado por
Banca Privada de Andorra (BPA), el pequeño
Principado de Andorra podría ser de nuevo el centro de atención, pero esta vez no por temas de tipo financiero, sino relacionados con la
alta representación institucional. En concreto, el rey de España,
Felipe VI, podría estar preparándose para asumir el
coprincipado de Andorra, que hasta ahora ostentaba el obispo de la Seo de Urgell,
monseñor Vives (
en la imagen). Este último estaría dispuesto a ceder sus funciones, más bien simbólicas, dentro del Principado en la monarquía española, por ser depositaria de la Jefatura del Estado en nuestro país.
Lo antes señalado es algo que se está planteando, pero aún no hay nada concreto. Si finalmente ocurriese, sería un importante cambio institucional para este pequeño país pirenaico, ubicado entre España y Francia. Y es que, desde hace siglos, su Jefatura del Estado reside en una bicefalia representada por
dos copríncipes. Esta figura se remonta al siglo XI y hoy recae en el presidente de la República Francesa,
François Hollande, y en el obispo de la Seo de Urgell,
monseñor Joan Enric Vives. Una doble Jefatura del Estado que se comparte en igualdad y que se estableció en la Constitución andorrana de 1993, cuyas funciones son más bien simbólicas.
Los dos copríncipes asumen la más alta representación del Principado, además son "símbolo y garantía de la permanencia y continuidad de Andorra, así como de su independencia y del mantenimiento del espíritu paritario en las tradicionales relaciones de equilibrio con los Estados vecinos", según su Constitución. Pero no tienen el poder ejecutivo, que recae en el Jefe de Gobierno, un puesto que ocupa
Antoni Martí, tras ser reelegido en las elecciones del pasado 1 de marzo.
Sin embargo, este
status quo podría dar ahora un giro, si la monarquía española asume el coprincipado. La dimisión de monseñor Vives es un asunto del que se lleva hablando ya unos meses, pero hasta ahora no se había mencionado a la Corona española. Fuentes de la
Casa Real consultadas por
Hispanidad no saben nada de este asunto, pero como suele ocurrir y como dice el refrán,
cuando el río suena, agua lleva.
En primer lugar, hay que decir que la
Iglesia no tiene ningún interés en mantener el coprincipado, a pesar de que carece de poder político, pues su misión es de orden espiritual, según dijo el Papa hace meses. Concretamente, Martí se reunió el pasado mes de septiembre con el
papa Francisco y le pidió que mantuviera el coprincipado por el bien del pueblo de Andorra, pues en unos meses iban a celebrar elecciones generales. A día de hoy, ya han pasado más de dos meses de esos comicios, en los que los andorranos respaldaron el mantenimiento de las instituciones reeligiendo a Martí.
Segundo, se debe mencionar el
debate sobre el aborto. En Andorra, al igual que en Malta y en el Estado Vaticano, no hay legislación en esta materia. Sin embargo, se planteó el año pasado y Martí anunció que si una mayoría la aprobaba, el Parlamento también lo haría. En ese caso, la ley del aborto tendría que ser sancionada por los dos copríncipes, algo que monseñor Vives, como miembro de la Iglesia, no podría hacer y estaría dispuesto a abdicar. Pero si el coprincipado recayera finalmente en la Corona española, seguro que esta no pondría pegas y podría sancionar dicha ley, en el caso de que se aprobara.
Una dimisión que abriría una crisis institucional en el Principado, aunque también podría producirse por otro tema distinto al del aborto. Y es que el obispo de la Seo de Urgel se perfila como sustituto de
monseñor Lluís Martínez Sistach, al frente del
Arzobispado de Barcelona, tal y como se dice en los círculos clericales, pero no hay que fiarse mucho, pues la decisión la tiene el papa Francisco. El actual cardenal de la ciudad condal cumplió 78 años el pasado miércoles, es decir, ya tiene tres años más de la edad canónica para presentar su renuncia, como pasó con el
cardenal Rouco Varela; y considera que su sucesor "debería ser alguien que conociera la lengua de las ovejas", además "tener sensibilidad catalana y sentimiento con el país". El Papa podría elegir a monseñor Vives porque se ajusta a estas características: es
catalanista moderado, apoya la independencia y el uso del catalán, además conoce dicha lengua a la perfección porque es barcelonés de nacimiento.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com