El Santander ha tardado diez meses para encontrar un arreglo a la gestión de los cajeros y tarjetas del Popular. En concreto, ha llegado a un acuerdo con la firma de capital riesgo americana Värde Partners para venderle su participación del 49% en WiZink y en paralelo comprar con Santander Totta el negocio de tarjetas en España y Portugal que WiZink compró al Popular en 2014 y 2016.
El desenlace de la operación -comunicada a la CNMV-, en suma, es la toma de control, y espera un impacto positivo en el ratio de capital CET1 fully loaded de unos 10 puntos básicos, hasta el 10,94%, aunque no aclara el precio del cruce. El Popular quiso vender su 49% en su filial pero no por menos de 1.000 millones de euros.
Cuando el Popular se planteó la venta del 49% de Wizink pedía al menos 1.000 millones
Es un paso más, que apenas afecta a los resultados, indica el banco, que se cerrará en el segundo semestre. Depende del visto bueno de los reguladores.
En paralelo, el banco que preside Ana Botín anuncia el acuerdo con Euro Automatic Cash (50% del Santander y 50% de Crédit Mutuel) para que los clientes del grupo (Santander, Popular, Pastor y Openbank) utilicen gratis 7.500 cajeros automáticos en España (a los 5.100 del Santander se suman los otros 2.400 de Popular y Pastor).
La red del grupo Santander suma 7.500 cajeros con la suma de los del Popular y el Pastor
Los clientes del Popular ya podían hacerlo, desde octubre, con la red del Santander, pero faltaba el acuerdo para que lo pudieran hacer los del Santander con la red de Popular. Al mismo tiempo, Euro Automatic Cash seguirá prestando sus servicios a clientes de terceros con los que hay acuerdos.
El banco, por último, explica que da un paso más a la operación anunciada en agosto entre el grupo y el fondo Blackstone para la transmisión de parte del negocio inmobiliario no productivo del Popular (y de su gestora, Aliseda). El acuerdo fue formalizado la semana pasada y se trasfiere a una sociedad con participaciones del 49% (Santander) y 51% (Blackstone).