El teletrabajo ha llegado a su nivel más alto de ocupación en España en el segundo trimestre, aunque sigue muy por debajo de la media europea, y agrupa ya, según Adecco, a 1,43 millones de empleados, el equivalente al 7,4%. Cualquier dato en ese sentido es interesante, sobre todo por los imponderables de la realidad laboral, que penalizan más a las madres que a las mujeres, pero sigue siendo un recurso de empleo sobre todo para hombres.
El estudio de Adecco (pueden ver el estudio en el documento adjunto), sin embargo, no entra en esa distinción ni aborda en su totalidad la fórmula del teletrabajo. Se centra en las oportunidades y satisfacción en el empleo en las distintas autonomías, atendiendo a una serie de factores como el sueldo, la conflictividad o la seguridad en el trabajo y las salidas del desempleo. La principal conclusión, en ese sentido, es que las tres mejores comunidades en el ámbito laboral son Navarra -que ha desplazado a Cantabria-, Baleares y Madrid.
Según la OIT, la media de españoles que trabajaban en casa en 2017 era del 6,7%, frente al 13% de la UE
Respecto al teletrabajo, detecta una clara evolución ascendente desde 2006, cuando se acogían a esa modalidad de empleo unas 808.000 personas, a 2018, con 1,53 millones. Esa tendencia sólo se ve interrumpida en los años 2014 y 2015, cuando la economía empieza a repuntar tras la crisis. Dicho de otro modo, se normaliza un cierto regreso a la oficina, abandonando el hogar, interpretado en el estudio como el fin de una etapa en el recorte de costes de las empresas (electricidad, teléfono, transporte…). No obstante, el teletrabajo vuelve con fuerza a la senda creciente desde 2016 hasta hoy.
En estos momentos, las personas que trabajan, al menos ocasionalmente, desde su hogar equivalen al 7,4% del total de ocupados españoles, cinco décimas más que en 2017 y en línea con otro dato: el 25% de los empleos creados en los últimos ocho trimestres (en torno a 950.000) corresponden a teletrabajadores.
El estudio de Adecco no contrasta esas cifras con otros datos que completan esa información. Por ejemplo, que esa media es muy inferior a la de otros países europeos. Según los últimos datos (2017) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la media de empleados que recurren a esa fórmula en España está en el 6,7%, frente al 13% de la UE.
Por otros estudios de Adecco y la OIT sabemos también que los hombres recurren más a esa fórmula de arreglo laboral que las mujeres, 54% frente al 36%, aunque las mujeres lo ejercen de modo más regular. Datos curiosos, en cualquier caso, por la tendencia a generalizar que esa fórmula laboral beneficia la inserción laboral de las madres que atienden en el hogar. No parece. Es la mujer la que sale ganando, más que la madre, en la misma línea de otros datos que apuntan en la misma dirección.
Navarra, Baleares y Madrid son las comunidades españolas con mejores condiciones, en general, para trabajar
La tasa de fecundidad, por ejemplo, que en el caso de las directivas es del 0,54 hijo, mientras que la media nacional es de 1,3%, también baja pero no tanto.
Volviendo al último estudio de Adecco, también explica las diferencias entre las autonomías respecto al teletrabajo, entre las que sobresalen Madrid (9,7%), Andalucía y Valencia (8,1%). En el otro extremo, Baleares (5,1%), Cataluña (5,3%) y Navarra (5,8%).