- El uno excusa su fracaso y el otro su sabotaje.
- El expresidente y el exconsejero aseguran que no les dejaron ejecutar el plan de negocio previsto tras la ampliación.
- Hay que tener cara: Del Valle saboteó ese plan postampliación y Saracho lo paralizó.
- Pepe Mateu Istúriz se puso nervioso porque él puso en cuestión la conveniencia de acudir juntos, dado que fue consejero de Saracho.
En algo coinciden el mexicano
Antonio del Valle, exconsejero del
Banco Popular, y el presidente de la entidad,
Emilio Saracho (
en la imagen): ambos aseguran, el uno en su recurso y el otro a quien quiera oírle, que
no le permitieron llevar a cabo el plan de actuación pactado para la postampliación (segunda ampliación).
¡Hay que tener cara!
Antonio del Valle se empleó en hacerse con el Popular y barato, por lo que saboteó, desde dentro, desde el mismo Consejo,
el plan presentado por Ángel Ron y aprobado por el Banco de España (BdE) y por el
Banco Central Europeo (BCE). Creó una división en el Consejo, contra él existen acusaciones de haber jugado a bajista. Su objetivo es repetir lo de siempre:
hacerse con el Popular a precio de saldo.
Lo de
Emilio Saracho fue más fuerte. Sencillamente, aparcó el plan de saneamiento y anunció, en aquellos momentos, una ampliación de capital, lo que no se le ocurre ni al que asó la manteca.
Le daba igual:
su objetivo era vender el banco. Y tanta prisa se dio que los compradores, el Santander, decidieron ofrecer mucho menos de lo tenían pensado…
hasta que el BCE se lo ofreció gratis. Como banquero de inversión, Emilio, un hacha.
Y luego está la Sindicatura,
primer accionista del Santander, grupo de familias y de directivos que ha sido el
corazón del Popu que lanzara
Luis Valls. Pues bien, la Sindicatura se liquida (lógico, dado que el banco iba a desaparecer) pero, además, no va unida a los tribunales europeos… cosa difícil de entender.
¿Cuál ha sido el detonante? Pues
el coordinador de esa candidatura, José Romeu Istúriz, por haber estado en el Consejo de Saracho, y que acabó precipitando al banco hacia el abismo, teme pasar de acusador a acusado. Así, Romeu ha roto la unidad en la Sindicatura y le ha llevado a la liquidación y, lo que es peor, a la falta de unidad.
En cualquier caso, don Antonio, don Emilio: Va por ustedes: menuda cara dura tienen ambos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com