En Brasil hay elecciones presidenciales en octubre. Un reciente sondeo de la firma brasileña MDA -realizado entre el 15 y 19 de agosto- sitúa al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva con un apoyo del 37,3 % de los sufragios, a pesar de estar en prisión por corrupción y a que, finalmente, la justicia no le deje presentarse.
De acuerdo con la misma encuesta, en segundo lugar se encuentra el conservador Jair Bolsonaro (18,3 %), seguido por la ecologista Marina Silva (5,6 %), el socialdemócrata Geraldo Alckmin (4,9 %), el laborista Ciro Gomes (4,1 %) y el liberal Álvaro Dias (2,7 %).
¿Qué piensa Jair Bolsonaro de los principios no negociables para la actuación coherente del cristiano en política, establecidos por el Papa Benedicto XVI -respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas-?
Bolsonaro cuenta con el respaldo de millones de cristianos evangélicos
Jair Bolsonaro (Glicério, 21 de marzo de 1955) es un militar de reserva. Cumple actualmente su séptimo mandato en la Cámara de Diputados de Brasil, elegido por el Partido Progresista (PP). En las elecciones generales de 2014, fue el diputado federal más votado en el estado de Río de Janeiro con apoyo del 6% del electorado fluminense (464 mil votos). En 2017, fue considerado por el instituto FSB como el parlamentario más influyente en las redes sociales. En enero de 2018, anunció su filiación al Partido Social Liberal (PSL), el noveno partido político de su carrera desde que fue elegido concejal en 1989.
Bolsonaro cuenta con el respaldo de millones de cristianos evangélicos, que le apoyan por su postura a favor de la vida y en contra del aborto, según la BBC.
También defiende la fanlia natural y se opone al matrimonio homosexual, en especial, a la adopción de menores por parejas homosexuales.
Defiende la fanlia natural y se opone al matrimonio homosexual
La BBC le calumnió, al decir que había defendido la tortura y la aplicación de la pena de muerte. Recientemente el político afirmó que nunca fue favorable a la tortura. Según El País, su discurso de que “el mejor delincuente es el delincuente muerto” engancha a millones de brasileños atemorizados por la violencia cotidiana de un país con más de 60.000 asesinatos al año. Vamos, un Trump al que la progresía le tiene miedo.
Bolsonaro se ha ganado el respaldo generalizado en Brasil al decir que relajaría las restricciones a las armas y le daría más libertad a la policía, según El Economista.