Las eléctricas han echado las campanas al vuelo respecto al anteproyecto de ley para crear el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que ha aprobado el Consejo de Ministros este martes, pero a lo mejor se precipitan. La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec, la antigua Unesa, que agrupa a las cinco grandes eléctricas -Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Viesgo-) lo ha valorado positivamente, pero las eléctricas han bajado en bolsa: parece que a los inversores, que funcionan a corto plazo, no les ha gustado tanto dicho fondo.
Naturgy y Endesa han sido las que más han caído (un 2,37% y un 2,07%, respectivamente) en bolsa, seguidas de EDP (-1,16% en el parqué portugués) y Red Eléctrica (-1,07%), que es la operadora del sistema eléctrico y la gestora de la red de transporte. Por su parte, Enagás ha bajado un 0,64% e Iberdrola, un 0,62%. Sin embargo, Repsol ha dado la sorpresa, al cerrar con un alza del 1,46%, aunque debido a otro motivo: la subida del barril de Brent, lo que le permite vender más caro y por ende, obtener más ingresos.
Los costes de financiación de renovables, cogeneración y residuos ascendieron a 7.142,89 millones de euros en 2019, según los últimos datos de la CNMC
Aelec ha reconocido que le falta hacer una lectura más detallada, pero considera que el FNSSE impulsará la electrificación, algo que ve crucial para la descarbonización, un proceso que las eléctricas consideran positivo a largo plazo, pero ya se sabe: a largo plazo, todos muertos. Y los inversores funcionan a corto plazo y ya han reaccionado, como se ha podido ver en las caídas de las cotizaciones citadas. Eso sí, algo positivo es que se beneficiará al consumidor eléctrico, porque se rebajará la factura un 13%, pero ojo, porque se podrían encarecer otros bienes y servicios dado que la cifra de esos costes es muy elevada y las empresas tendrán que repercutirlos de una u otra forma. Estos costes ascendieron a 7.142,89 millones de euros en 2019, según los datos de la CNMC publicados este martes y que corresponden a la liquidación definitiva, que arrojó un déficit del sistema eléctrico de 527,7 millones y superávit del sistema gasista de 353,4 millones.
“Damos la bienvenida al anuncio de la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sector Energético. Creemos que se tratará de un instrumento fundamental para conseguir la descarbonización de nuestro sistema energético”, ha señalado el CEO de Endesa, José Bogas. “Desde hace años, la electricidad se encuentra penalizada, pues sus consumidores han de pagar en sus facturas el coste de desarrollo de las renovables y la cogeneración. Se trata de unos costes que hay que pagar, pero que no deberían cargarse exclusivamente sobre el consumidor de electricidad, pues obedecen a la necesidad de descarbonizar toda nuestra energía. Con el mecanismo que ahora se propone, al igual que ocurre con el Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE), este coste se repartirá entre todos los suministradores de energía: electricidad, petróleo y gas”. Así, “se empezará a corregir el actual desequilibrio entre una factura eléctrica que es de las más caras de Europa, debido al peso de estos costes, y unos combustibles que tienen una fiscalidad muy inferior a la media europea”.
El CEO de Endesa, José Bogas, recuerda que desde hace años, la electricidad se encuentra penalizada, pues sus consumidores han de pagar en sus facturas costes que son para descarbonizar toda nuestra energía
En concreto, los costes de renovables, cogeneración y residuos se financiarán con las ventas de las comercializadoras de gas natural y electricidad, los operadores de productos petrolíferos al por mayor, los operadores de gases licuados de petróleo al por mayor y los consumidores directos de los productos anteriores, según el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Estas empresas tendrán que hacer aportaciones a dicho Fondo, aunque aún no se sabe a cuánto ascenderán, se podría hacer de forma similar al FNEE, según informa El Economista, que añade que si se atiende a la estructura energética del país, la electricidad debería aportar el 30%, el gas el 25% y los carburantes, el 45% restante. Es decir que es muy posible que las empresas que ahora son más eléctricas y ‘más limpias’, aportarán menos.
Aelec ha recordado que el sector eléctrico llevaba tiempo aludiendo a “la falta de coherencia al repercutir en exclusiva sobre el consumidor eléctrico los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, teniendo en cuenta que la electricidad es el sector energético que más ha reducido sus emisiones hasta la fecha y el que más va a hacerlo a lo largo de la próxima década”. Por ello, considera que el citado anteproyecto “facilitará un marco adecuado y estable para cumplir con los objetivos a 2030, así como ofrecer certidumbre y confianza para los procesos inversores necesarios”. Veremos, porque, por ahora, la primera reacción bursátil no ha sido positiva.
APPA Renovables aplaude, mientras el sector petrolero lamenta la última ocurrencia del Gobierno y Sedigás pide que no se ponga en riesgo al sistema español
Desde la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Renovables), como es lógico, se ha valorado “positivamente” el espíritu de la creación del FNSSE, porque “busca repartir los esfuerzos necesarios para evolucionar hacia un modelo energético más sostenible entre los distintos actores y fuentes energéticas”. Y es que la transición energética y sus costes “son responsabilidad de todo el sistema energético y no debe ser sostenido únicamente por los consumidores eléctricos”.
Sin embargo, desde el sector petrolero se ha lamentado la última ocurrencia del Gobierno, poco después de que retirara el Impuesto al diésel, pues supone que las decisiones que tomó un sector en el pasado para electrificar se van “a pagar entre todos”, como recoge Europa Press. Hace tiempo, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) hizo un estudio y ahora según datos del propio Ministerio que dirige Ribera, el sector estima que la creación del FNSSE tendría un coste de unos 7 céntimos de euro por cada litro de combustible, que pagará el consumidor. Por tanto, las aportaciones de las empresas que comercializan energía de una u otra forma acabarán repercutiendo en el consumidor. Y ojo, porque el anteproyecto de ley acaba de iniciar su tramitación parlamentaria, pero podría ocurrirle lo mismo que al proyecto de ley de Cambio Climático y Transición Energética, que no es de consenso como se decía (recibió 758 enmiendas) ni de urgencia, porque ahora se ha vuelto a retrasar a después de Navidad.
En este sentido, el presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigás), Joan Batalla, ha considerado considera que el fomento de la transición energética y la reducción de emisiones de carbono “son pilares fundamentales” para la asociación, por lo que apoyará cualquier nueva legislación que se encamine hacia estos objetivos y que redunde en beneficio de todos los consumidores. Eso sí, “sin poner en riesgo la viabilidad económica de la comercialización del gas y del sistema gasista”. Además, ha defendido como un elemento “muy importante” que la futura normativa tenga en cuenta la garantía de suministro, “el cual se garantiza en estos momentos gracias al gas y, más concretamente, a los ciclos combinados”, y por ello ha insistido en pedir una vez más al Gobierno un marco regulatorio apropiado a los ciclos que garanticen su supervivencia. Recuerden que este por primera vez, Ignacio Galán, Francisco Reynés y José Bogas se han puesto de acuerdo... frente a la vicepresidenta Teresa Ribera porque quieren que les paguen más por el ciclo combinado y defienden su papel en el mix energético.