- Un informe de la Agencia de Derechos de la UE denuncia la situación de "explotaciones laborales" en los países comunitarios.
- Esas prácticas, abusivas en salarios y jornadas, son delito en algunos Estados, pero quedan impunes en otros.
- Por países, España, Grecia y Portugal están entre los más afectados por las irregularidades, muy relacionadas con la crisis, pero también Alemania o Francia.
- "Las víctimas no denuncian los hechos porque les impiden hacerlo o por temor a perder su empleo".
- Los sectores más afectados: agricultura, la construcción, la hostelería y el trabajo doméstico.
La Agencia de Derechos Fundamentales de la UE pone el dedo en la llaga sobre una realidad lacerante para la que no hay que ir a India, Paquistán o Dubai: las
condiciones laborales de muchos de los trabajadores que emigran a Europa o se desplazan de un país comunitario a otro. Las conclusiones están incluidas en el
informe Explotación laboral severa en la UE, publicado este martes, que arroja datos inquietantes como
salarios de un euro por hora o
jornadas laborales superiores a 12 horas. La mirada europea sangra por esa situación en países del Tercer Mundo y se le hinchan la venas al denunciarla, pero a juzgar por ese documento, anida también en suelo europeo y los Estados no actúan con igual diligencia para evitarla.
El documento explica que someter a un trabajador a condiciones extremas de "
explotación laboral" no es delito en todos los Estados europeos. En algunos sí y se castiga con penas de dos años de cárcel, y en otro no. No se corresponde, en cualquier caso, el delito, en el caso de los países en los que se pena, con la gravedad de la dignidad que se lesiona. En cualquier caso, es un problema que se ha agravado con la crisis económica, especialmente en países del sur como
España, Grecia y
Portugal. Pero ojo, en esa
lista negra de países en los que producen "más fecuentemente" casos de explotación laboral están también Alemania, Francia, Croacia, Chipre, Hungría, Italia, Lituania, Malta y Polonia.
Toda generalización es peligrosa, pero salen a la luz algunas
prácticas lamentables sobre las condiciones laborales. Insisto, no afecta a todos los
países por igual (aunque 12 son los señalados) ni a todos los
sectores económicos en general. Al mismo tiempo, el estudio no aporta cifras del número de trabajadores afectados por esas situaciones extremas porque el concepto de "explotación laboral" varía entre países y las víctimas no denuncian.
Según el informe, "la explotación laboral" (delictiva) es amplia en una serie de sectores, y especialmente en la
agricultura, la
construcción, la
hostelería, el
trabajo doméstico y la
industria manufacturera.
La investigación, que se ha llevado a cabo en todo los países de la Unión y para el que se han tenido en cuenta
testimonios directos de las víctimas, concluye que hay una serie de elementos que se repiten en todos los casos, como el
bajo salario -en ocasiones de un euro por hora y menos- y jornadas laborales estresantes de 12 o más horas durante seis e incluso los siete días a la semana.
¿Cómo se consiente esta situación? Las pistas que da el informe en ese sentido son claras: "Un factor importante que contribuye a la presente situación de
impunidad generalizada es que las víctimas no denuncian los hechos, dado que o bien se les impide hacerlo o no lo desean por temor a perder su empleo". Pongan ahí las presiones de todo tipo e índole.
Desde esos datos, el director de la agencia,
Constantinos Manolopoulos,
ha señalado que el problema en Europa es "endémico" y urge por ellos a los Estados miembros a que adopten medidas urgentes "para evitar las situaciones de explotación laboral con mayor eficacia y con la sanción a los autores".
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com