Enagás ha elevado su participación en la estadounidense Tallgrass Energy al 30% ,desde el 12,6% que tenía, lo que supondrá un desembolso de 750 millones de euros. Un movimiento permitirá a la empresa que preside Antonio Llardén amortiguar el impacto de la reforma de la CNMC: es cierto que el regulador ha reducido el recorte que quería hacer en la retribución, que aún es un borrador, y podría suponer unos 100 millones de euros de ingresos anuales menos.
Ante este escenario, el principal transportista de gas natural y gestor del sistema gasista en España ha optado por crecer en EEUU, un mercado interesante, avanzando en su expansión internacional. Esto le permitirá mantener la operatividad y el empleo, así como afrontar mejor los retos de la transición energética.
Tallgrass Energy es un activo atractivo: se trata de una compañía de infraestructuras energéticas que posee 11.000 kilómetros (km) de gasoductos de transporte, 2.400 km de gasoductos de extracción de gas y un oleoducto de 1.300 km. Conviene destacar que Enagás no invierte sola, sino como miembro de un vehículo de inversión junto a Blackstone y al fondo soberano de Singapur (GIC), que entró en dicha compañía el pasado marzo. La compañía española empezó con una participación del 10,93% en Tallgrass, que subió al 12,6% el pasado julio, y cuando presentó sus resultados de los nueve primeros meses del año no descartó aumentar dicha inversión (algo que finalmente ha formalizado casi dos meses después).