Este martes, Enagás ha presentado sus resultados del primer semestre, en los que lo más destacado ha sido el descenso en ingresos (-5,2%), hasta los 567,1 millones de euros, por la menor contribución de los ingresos regulados (-2,2%, a 535,7 millones). Esto último podría suponer un cierto aviso a la CNMC tras la bronca que ha armado con su propuesta de recortar las retribuciones.

Antonio Llárdén, presidente de esta compañía de transporte de gas natural y gestora del sistema gasista español, ha ido a más en la crítica al regulador. En la conferencia con analistas, ha señalado que recortar las retribuciones no se alinea con los objetivos de la transición energética y no tiene en cuenta el “papel insustituible” de las infraestructuras gasistas como apoyo de las renovables y para desarrollar gases renovables. Además, ha amenazado con llevar el conflicto con el regulador a los tribunales, algo que ya hizo Naturgy hace unos días, para defender los intereses de Enagás.

Llardén recuerda el "papel insustituible" de las infraestructuras gasistas como apoyo de las renovables y el desarrollo de gases renovables

La compañía está preparando sus alegaciones a la propuesta de la CNMC y tras dar a conocer las cuentas semestrales, Llardén prevé cumplir los objetivos recogidos en el Plan Estratégico 2019-2023. Una vez mencionado el rumbo de los ingresos, cabe señalar que el beneficio neto ha sido de 219,8 millones (-1,6%) en el primer semestre, en línea con el objetivo previsto, y que el Ebitda se ha mantenido prácticamente en línea con el del mismo periodo de 2018, situándose en 487 millones.

Por su parte, la inversión neta ha ascendido a 645 millones, sobre todo por la entrada en el accionariado de la estadounidense Tallgrass Energy al comprar el 10,93% que hizo en el primer trimestre del año. El flujo de caja operativo ha alcanzado los 391,4 millones (+4,9%, incluyendo 71,6 millones obtenidos de las participadas). Y por último, la deuda neta se ha situado en 4.117 millones, inferior a la del cierre de 2018 (4.275 millones), lo que supone un ratio de 4,3 veces el Ebitda, y con un coste financiero (2,3%) ligeramente inferior al del primer trimestre, según han destacado los analistas del Banco Sabadell.