• Tras un año nefasto, la papelera prepara el despegue para el periodo 2016-2020, gracias al precio de la celulosa y al cambio euro-dólar.
  • Ence prevé duplicar su Ebitda en cinco años, con inversiones de 662 millones, al 50% entre sus dos negocios: celulosa y biomasa.
  • La reestructuración de José Luis Aguirre ha dado la vuelta a Ence: números rojos por verdes y una revalorización bursátil del 70%.
El negocio de celulosa evoluciona positivamente, con precios elevados y con un tipo de cambio euro-dólar que favorece los ingresos de la papelera Ence. Lo han puesto de manifiesto los resultados hasta septiembre, que también constataban una mejora en la evolución de las plantas de biomasa. Y con esas credenciales, la empresa que preside José Luis Aguirre (en la imagen, junto al ceo, Ignacio de Colmenares) presenta ahora las grandes líneas de su plan estratégico 2016-2020, basado en esos dos ingredientes. En otras palabras, Ence empieza a soñar con fundamento -con cálculos favorables e inversiones- tras la dura prueba que ha pasado estos años. Y a eso ha contribuido y mucho el propio Aguirre, ex vicepresidente de Iberdrola y amigo personal de Ignacio Sánchez Galán (siempre lo apoyó frente a Florentino Pérez) y uno de los hombres más ricos de España según la lista Forbes. La reacción en bolsa al plan estratégico ha sido positiva, siguiendo la estela anual: ha sido uno de los mejores valores de 2015. Desde hace un año, además, se ha revalorizado un 110%. Las acciones ganan más de un 70% en el año: arrancaron a 2,15 euros y cotizan ahora a 3,58 euros. La cotización recoge así los frutos de proceso de reestructuración, con la división de su negocio de producción de celulosa y energía renovable con biomasa, al que ha acompañado un giro en sus resultados: de perder 141 millones en 2014 ha pasado a ganar 35,1 millones hasta septiembre. Son esos dos mismos negocios los que provocaron en el pasado el quebradero de cabeza de Ence. El negocio del papel parecía que dejaba de serlo y los precios se hundieron y la crisis de las renovables la conocemos de sobra: quisieron vivir de las subvenciones y la reforma Soria acabó con ella y, en consecuencia, con sus rentabilidades disparatadas. Ence hace su pronóstico y si el precio de la celulosa se mantiene en 810 dólares por tonelada y el cambio de moneda en 1,05 dólar/euro, cerrará este año un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 201 millones  (169 millones por el negocio de celulosa y 32 millones por negocio de energía), y lograría prácticamente duplicarlo (82%) en cinco años, hasta 367 millones. En el escenario más conservador -un precio de la celulosa a 720 dólares y un cambio dólar-euro a 1,25-, Ence calcula que su Ebitda quedaría en 111 millones de euros este años y alcanzaría los 209 millones en 2020. La papelera tiene previsto aumentar la capacidad de sus plantas de celulosa de Pontevedra y Navia en 184.000 toneladas, la generación de energía renovable con biomasa en 260 MW y reducir un 9% los costes de producción (con la aplicación de nuevas tecnologías). Para ello contempla unas inversiones de 662 millones en cinco años (337 millones para el negocio de celulosa y 325 millones para el negocio de energía). Otro capítulo importante es la deuda financiera neta, que al cierre del tercer trimestre se situó en 257 millones, cuatro millones más que en el primer semestre por el aumento de circulante. La compañía apunta ahora a que se estabilice en 2016 por la estabilidad de los precios de la celulosa y de la madera. En cualquier caso, según su plan estratégico, Ence limitará el endeudamiento neto del negocio de celulosa a un máximo de 2,5 veces el Ebitda y de cinco veces en el caso del negocio de energía. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com