81,37 - 84,37 - 86,01. No se equivoquen, no están leyendo ningún jeroglífico, ni las coordenadas de mi lugar de vacaciones este año, no, estas son las cifras porcentuales de apalancamiento en diciembre de 2019, marzo y junio de 2020, respectivamente, de la sociedad cuyo consejero delegado es José Bogas, es decir, de Endesa. He querido iniciar por ellas para dar visualización al modelo de gestión que la filial de la italiana Enel lleva ya tiempo desarrollado en España y las evoluciones que hacen para continuar con sus objetivos, ganar mucho, arriesgar poco, todo a cualquier precio para remunerar al accionista principal todo lo que se pueda y acabar de amortizar la inversión en España en un tiempo récord.
Como últimamente ha descubierto que el comprar a terceros barato y vender a tus clientes a precio de mercado, necesita una inversión relativamente modesta y un bajo riesgo, las cuentas le van cuadrando. Y este año más si cabe con el pelotazo del “tarifazo” de los trabajadores (eliminación de la rebaja en las tarifas eléctricas), que le ha reportado un ingreso adicional “contable” de cerca de 500 millones de euros (M€) por la actualización del pasivo actuarial de esa cláusula en el nuevo convenio marco laboral.
Su modelo de negocio le está permitiendo unos ingresos de explotación de 8.883M€ en el primer semestre, 908M€ menos que en el pasado ejercicio (-9,3%)
Tampoco le está yendo nada mal con la actual situación económica. Su modelo de negocio le está permitiendo unos ingresos de explotación de 8.883M€ en el primer semestre, 908M€ menos que en el pasado ejercicio (-9,3%). Los costes de aprovisionamiento han sido de 5.961M€, un 13,6% inferiores al 2019 y donde el 42% de la cifra son por gastos de transporte y el 30,3% por las compras de energía que en 2019 significaban el 35%. El margen de contribución se mantiene en 2.922M€, un 1,1% más que en el pasado ejercicio, pero en plena crisis donde llevábamos más de cuatro de los seis meses con la economía productiva bajo mínimos, especialmente la industrial.
Una prueba más del cambio de la nueva orientación de Endesa es el crecimiento en más de un 25% de las compras de energía a terceros (607M€), mientras que los consumos de combustible crecen 306M€ y los de transporte, 143M€.
La aportación al margen por actividades es del 59,1% de Generación y comercialización, 42% distribución y 7,9% Estructuras y servicios.
Deuda y dividendos, ecuación infernal para Endesa, que se mantendrá igual en el 2020
Los gastos de personal, como ya vimos en el primer trimestre, registran la distorsión que ya explicamos de los 515M€ recuperados por el nuevo marco regulador laboral y provisiones por reestructuración de plantilla que hacen un neto positivo de 267M€, pero excluyendo esta cuestión extraordinaria, su crecimiento es poco significativo. Los gastos fijos de explotación han crecido un 3,2% y el resultado de explotación, con este extraordinario, cierra este trimestre en 1.555M€, 455M€ más que en 2019.
El otro epígrafe controvertido en todas las cuentas de Endesa, si no el que más, es el referente a la deuda bruta, que asciende a 7.467 M€, 872M€ más que al cierre del ejercicio anterior y que ya registra un gasto financiero de 77M€. La deuda financiera neta, después del pago de 741M€ el pasado trimestre por el dividendo a cuenta de 2019, es de 7.092M€, 715M€ menos que a diciembre pasado. ¿715M€, 741M€?, curioso el parecido de las dos cifras ¿no? Deuda y dividendos, ecuación infernal para Endesa que se mantendrá igual en el 2020 y que solo en el 2021 y 2022, según los acuerdos de Consejo, “procurará que dividendo sea del 80% y el 70% del beneficio ordinario neto”.
Por fin la estimación de Endesa por la caída de la demanda y las provisiones por insolvencias registradas han tenido un efecto negativo de 75M€ en el beneficio neto, que con las estimaciones para el resto del ejercicio, le permitirían mantener las previsiones para este ejercicio a pesar de la situación económica provocada por la pandemia del coronavirus.