Endesa sigue sin convencer al mercado, pues este miércoles su cotización ha bajado un 1,44%, un día después de que lo hiciera un 1,66%, mientras Enel recibía aplauso bursátil. Esta ha sido la reacción a la presentación del plan estratégico 2021-2023, en el que pese a las fuertes inversiones en renovables (3.800 millones de euros), estas sólo aportarán 600 millones al Ebitda en 2023. ¿Merece la pena? Parece que sí porque le importa mucho la descarbonización.
En su ‘Capital Markets Day’, la energética controlada en un 70% por la italiana Enel ha anunciado que realizará unas inversiones totales de 7.900 millones en los próximos tres años: 3.800 millones se destinarán a renovables, 2.600 millones a redes (sobre todo, para su digitalización), 900 millones a generación convencional; y 600 millones al negocio minorista y Endesa X. Al mismo tiempo, espera aumentar su Ebitda un 10%, pasando de los 3.900 millones que espera alcanzar este año a 4.300 millones en 2023, de estos, redes aportaría la mayor parte (2.100 millones) y la generación convencional (1.400 millones) y la extrapeninsular (200 millones), lo mismo que ahora.
El negocio de redes aportaría la mayor parte del Ebitda (2.100 millones concretamente) y la generación convencional, 1.400 millones
Las elevadas inversiones suponen también aumentar la deuda neta en 2.900 millones, hasta los 10.000 millones, pasando de un ratio sobre Ebitda de 1,8 veces a 2,3 veces. Aunque la energética que tiene como CEO al español José Bogas y como director financiero al italiano Luca Passa ha defendido que se beneficiará de un coste de la deuda bajo, pues pasará de un promedio actual del 1,8% al 1,4% al final del plan estratégico.
Endesa prevé incrementar también su beneficio neto a un ritmo anual del 4% y estima que este año cerrará con una ganancia de 1.700 millones, que crecerá un 12%, a 1.900 millones en 2023. Al mismo tiempo, prevé un reparto total de 5.950 millones en dividendos, aunque el pay out bajará de forma progresiva del 100% al 70%: en concreto, los accionistas pasarán de recibir los 1,9 euros por acción de este año a 1,3 euros en 2023.
5.950 millones en dividendos, aunque el ‘pay out’ bajará del 100% al 70%: pasarán de los 1,9 euros por acción de este año a 1,3 euros en 2023
Volviendo a las renovables, Endesa quiere aumentar su capacidad instalada en esta tecnología de 7,7 gigavatios (GW) a 11,5 GW, un incremento que supera la pérdida de los 2,5 GW del carbón por su cierre, y representaría la mayor parte de la capacidad total (18,6 GW) que complementan la nuclear (3,3 GW) y los ciclos combinados de gas (3,8 GW). Dentro de los 11,5 GW renovables no incluye a la nuclear, pese a que no emite CO2, pero sí a la solar (3,5 GW), a la eólica (3,3 GW) y a la hidráulica (4,8 GW), además pretende innovar con algunos proyectos de almacenamiento en baterías y de hidrógeno verde. Respecto a la producción peninsular, espera que se eleve de 46,6 teravatios-hora (TWh) a 53,2: las renovables aportarían 21; la nuclear, 26,2, y los ciclos combinados, 6 TWh; de forma que el 89% estaría libre de emisiones de CO2.
Endesa tiene una cartera neta de proyectos renovables de 7,3 GW (32% eólicos y 68% solares) y Bogas ha señalado que están aumentando las oportunidades para realizar compras en España. Asimismo, no se puede olvidar las que surgirán del Green Deal europeo, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) a 2030, y del fondo europeo para la recuperación. Respecto a su visión a 2030, prevé movilizar unas inversiones de 25.000 millones y cerrar el carbón antes de 2027, limitando su producción a sólo 0,1 TWh con una central en 2023.