Enel ha publicado los resultados de los nueve primeros meses y tienen algunos parecidos con los de su participada Endesa (de la que controlan un 70%). Su elevada deuda financiera neta se ha situado en 48.953 millones de euros, tras aumentar un 8,4%, pero le ha ido bastante bien en beneficios pese al coronavirus: el beneficio neto se ha triplicado, hasta 2.921 millones.
La elevadísima deuda de la energética italiana ha crecido por las inversiones y por la compra de participaciones adicionales de Enel Américas y Enel Chile, según explica la energética italiana. Por su parte, el notable aumento del beneficio neto se debe, principalmente, a que en las cuentas de 2019 afrontó un cargo extraordinario para adaptarse a la normativa contable sobre los efectos de los contratos de compraventa de materias primas y a las devaluaciones de algunos activos.
El Ebit se ha disparado un 66,1%, hasta 6.975 millones, por impactos contables por devaluación de activos (unas plantas de carbón en Italia, España, Chile y Rusia), pues hasta septiembre sólo ha tenido una depreciación destacable en una planta de Chile por su cierre anticipado. Por su parte, el Ebitda ha sido de 12.705 millones (-3,8%).
El negocio de generación térmica es el que más desploma sus ventas (-30,4%) por la pandemia y la descarbonización. Por su parte, el de consumidores finales es el que más ingresos aporta: 21.494 millones (-11,4%)
La cifra de ventas se ha situado en 48.050 millones, tras verse reducida un 19% por: los descensos en todos los negocios y en la demanda energética, los menores volúmenes de luz y gas vendidos en Italia y España, la caída de la actividad térmica en Italia y desarrollos adversos en Hispanoamérica.
El negocio de generación térmica ha sido el que más ha desplomado sus ventas (-30,4%), hasta 16.326 millones, pues además de la pandemia no hay que olvidar el proceso de descarbonización. Por su parte, el de consumidores finales ha sido el que más ingresos ha aportado, un total de 21.494 millones (-11,4%) y el de infraestructuras y redes, 14.270 millones (-11,7%). Les sigue Enel Green Power, con 5.284 millones (-4,6%); Enel X, con 756 millones (-9,5%); y los ingresos por servicios, con 1.289 millones (-6,9%).
En resumen, Enel presenta más deuda, más beneficios y menos ventas… Eso sí, el dividendo crece: ha aprobado un dividendo a cuenta para este año de 0,175 euros por acción que se pagará el próximo 20 de enero, un 9,4% superior al repartido en el enero de este año. Y en total, el dividendo correspondiente a este año será el mayor entre la horquilla de 0,35 euros por acción y la cifra que represente el 70% del beneficio ordinario neto. Y a esto se suma el jugoso dividendo que Enel recibirá de Endesa, donde todo vale por el dividendo: el pay out se mantiene en el 100% este año y después bajará al 80% en 2021 y al 70% en 2022. Este porcentaje es el objetivo de dividendo “a medio y largo plazo”, según ha recordado recientemente Luca Passa, director financiero de Endesa. Una muestra más de que Endesa no se vende.