- Los italianos no pueden apalancarse más pero sí puede hacerlo la filial española, que no consiguen vender.
- La filial de renovables de RWE está en el mapa eléctrico europeo, como Uniper, de la otra gran alemana, E.On.
- El propio Ceo de Enel, Starace, admite que el único modo de crecer en distribución es vía adquisiciones.
- Tiene claro también que una gran compra supondría una penalización del valor en bolsa del grupo.
- GNF no desiste de comprar Endesa, pero no al precio en bolsa, que no se corresponde con el valor de los activos.
Como
Enel no puede vender
Endesa, su filial española, tiene otro plan: comprar
Innogy, la filial con activos energéticos no convencionales de la alemana
RWE, pero endeudando Endesa. La pregunta inmediata, no obstante, es cómo y por qué. Dicho de otro modo: el interés de Enel se entiende, no así que sea a través de Endesa, vaciada primero por la italiana y cerrada ya a un perímetro estrictamente nacional.
La explicación, sin embargo, es relativamente sencilla, según fuentes del sector consultadas por Hispanidad. Dos premisas para una conclusión; en eso se resume.
En primer término, el interés de Enel de comprar no lo disimula ni
Francesco Starace, su consejero delegado. Es más, sostiene el
figura que el único modo de crecer en el negocio de distribución está en
operaciones corporativas. "Estamos sentenciadas a
fusiones y adquisiciones" (
sic), ha dicho este mismo mes Starace (
en la imagen, Starace, entre el Ceo de Endesa, José Bogas, y el presidente, Borja Prado) a
Reuters.
En ese tablero está Innogy, en la que RWE mantiene un 77% después de su salida a bolsa -una de las más sonadas desde hace tiempo (fue en octubre)- y otras como
Uniper, filial equivalente de
E.On (creada en 2016 y que también cotiza). En los dos casos, las posibles ventas (de todo o parte) responden a la necesidad de los dos gigantes germanos para afrontar el coste del apagón nuclear en Alemania.
Es el motivo por el que aparecen en las quinielas de posibles. Sobre Innogy, en concreto, se ha apuntado desde el verano el posible apetito de
Iberdrola. La filial de RWE, sin embargo, no está en los planes de la española para crecer (con todo lo que tiene en el buche (renovables, redes, comercialización), y sí en los de la italiana.
La idea de Enel es poner por medio Endesa, que no puede vender porque es mucho lo que pide por ella (a ese precio Gas Natural Fenosa no la va a comprar). Pero Endesa, ¡qué cosas!, tiene una virtud: no está endeudada, lo que sí le permite hacer el juego a su matriz italiana. Como Enel no consigue venderla, la endeuda, en suma, hacia su objetivo: Innogy.
La deuda de Enel asciende a 37.941 millones de euros al cierre de septiembre. No sólo no mejoró, sino que
aumentó desde enero en 400 millones. O era, con esa losa no puede endeudarse más para comprar una empresa que vale 21.800 millones de euros (capitalización en bolsa), pero Endesa sí.
Los planes de Enel están en la cabeza de
Starace y bastante avanzados. La italiana es consciente de que cualquier compra por el grupo penalizaría su valor en bolsa (su capitalización supera los 53.320 millones de euros).
Rafael Esparza