- La italiana gana un 4,9% menos hasta septiembre: 2.621 millones de euros.
- Compensa la debilidad Endesa, reducida al mercado nacional, con la mejora Iberoamérica e Italia.
- Anuncia nuevas compras (no fusiones) en distribución y eleva un 16,7% el dividendo.
- Eso sí, no mejora la deuda, que aumenta en 400 millones, hasta 37.941 millones.
Los resultados hasta septiembre de la energética italiana
Enel recogen una doble paradoja. Reduce el beneficio un 4,9%, hasta 2.621 millones de euros, por el peor comportamiento en España, donde controla
Endesa, y en paralelo, que compensa con la favorable evolución de lo que fue la
joya de la corona de Endesa, el negocio en
Hispanoamérica, del que se apropió, reduciendo el perímetro de la española al mercado nacional. También por la actividad en
Italia.
Con todo, el consejero delegado,
Francesco Starace (
en la imagen), mantiene los objetivos para el año gracias a la remontada que espera en el cuarto trimestre.
Los ingresos mejoran un 5,3% (54.188 millones), no así el resultado bruto de explotación (Ebitda), que cae un 4,7% (11.450 millones), y prevé cerrar el año en torno a 15.500 millones.
Starace ha defendido para ese pronóstico, en concreto, "la diversificación geográfica" la aportación de las fuentes de generación, que compensan el "contexto difícil en la
Península Ibérica", al tiempo que seguirá adelante con las inversiones en
digitalización (contadores inteligentes de nueva generación en Italia o las instalaciones en España) y el crecimiento en renovables en nuevos países como
México.
También ha señalado el interés de Enel en nuevas
adquisiciones -no fusiones-, en el sector de distribución de energía, aunque no ha concretado más a la espera del nuevo plan de negocios que presenta en unos días (el 21 de noviembre).
Queda confirmado el
dividendo anual de 0,23 euros por acción, el 16,7% más que el pagado el último ejercicio, meta incluida también en los objetivos (equivale al 65% de beneficio).
La
deuda neta, mientras, se sitúa en 37.941 millones, frente a los 37.553 millones de diciembre.
Rafael Esparza