El 28-A ha resultado una verdadera bofetada para los que luchan contra la España roja y para los que luchan contra la España rota. Históricamente, el enemigo era el uno o el otro, pero no los dos. Esta vez lo hemos conseguido. Hay un serio pliego de España roja y España rota. Con un líder, Pedro Sánchez, que cree en la España plurinacional se pueden conseguir ambas cosas: la roja y la rota. Y, entre ambas, la España agnóstica, plenamente integrada en el Nuevo Orden Mundial (NOM).

Y ni que decir tiene que la España roja y la España rota coinciden en algo: el guerracivilismo. No lo duden, continuaremos en guerracivilismo. En este caso liberticida porque, en ese ambiente frentepopulista, será la izquierda quien tenga el poder.

El 'procés 2' crece: PNV y Bildu, hacia arriba: aumenta su representación  

Hablando de pactos: con Ciudadanos, el PSOE suma mayoría absoluta pero está dispuesto a pactar con cualquiera.

Con Podemos no suman 175, ni tan siquiera con el PNV, dispuesto siempre a vender fácil. Por tanto, Sánchez dependería de nuevo los independentistas catalanes.

Es decir, que los separatistas catalanes han conseguido que Sánchez repita en Moncloa y, de paso, destruir España. Están muy felices.