E.On ha reducido un 34,4% su beneficio neto por atípicos en 2020, pese a elevar sus ventas un 49,4%, hasta 60.944 millones y reducir un 5% su deuda financiera neta, a 38.895 millones. La primera productora de electricidad en Alemania ha ganado 1.017 millones de euros, menos que RWE (1.213 millones), por el impacto de las operaciones sin continuación.
“Completó con éxito el año financiero sin ningún impacto significativo, ni por la pandemia del Covid-19 ni por el históricamente cálido verano”, ha señalado el CEO de E.On, Johannes Teyssen. Las ventas se han disparado un 49,4%, en parte, gracias a la inclusión de Innogy en su primer ejercicio completo, y por negocios se distribuyen en: 48.342 millones (+52%) en soluciones para clientes, 18.284 millones (+51%) en redes energéticas, y 1.388 millones (+18%) en el segmento de negocios no estratégicos.
Por su parte, el coste de los materiales ha ascendido a 47.147 millones de euros (+50%) y los gastos de personal se han situado en 5.866 millones (+43%). El resto de gastos operativos ha sido de 10.919 millones (+44,2%), mientras que el impacto de la depreciación y amortización ha ascendido a 4.166 millones (+67,4%).