El beneficio neto de Ericsson hasta marzo fue de 2.156 millones de coronas suecas (197 millones de euros), un 6,9% menos que un año antes, según los resultados publicados este miércoles por la compañía.
Dos datos que conviene destacar: el aumento del 5% de los ingresos de la división de redes, que alcanzaron los 35.100 millones de coronas (en euros, 3.202 millones), frente a la caída del 6% de servicios digitales, que no superaron los 7.300 millones de coronas (666 millones de euros). Recuerden que Ericsson es una de las pocas alternativas a la china Huawei para el despliegue de redes 5G en el mundo.
El segundo dato es más significativo: la facturación en Norteamérica creció un 11%, hasta los 17.900 millones de coronas (1.633 millones de euros), frente a una caída del 7% en Europa e Hispanoamérica, donde la facturación no superó los 12.200 millones de coronas (1.113 millones de euros).
Así las cosas, y a pesar de la incertidumbre por las consecuencias del coronavirus, la compañía mantiene sus previsiones de crecimiento para el periodo 2020-2022. Eso sí, el presidente y CEO, Börje Ekholm, alertó sobre la crisis económica en Europa: “Puede quedar rezagada en una infraestructura digital clave para el futuro”, señaló, refiriéndose al 5G.