Lo primero y principal verse el vídeo, apenas cinco minutos -afortunadamente- del nuevo mensaje (Ver documento adjunto) que esta pasada noche (del jueves 3 al viernes 4) ha grabado el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para la Asamblea General (que no es un evento periódico sino un continuo en la ONU, perpetuamente reunida en asamblea general) dedicada al Coronavirus.
Menos mal que ha sido corto, quebrando así, por exigencia del guión impuesto desde la capital del mundo, la podrida Nueva York. Lo digo porque el bueno de Peter Sánchez muestra una peligrosa tendencia al fidelismo, o querencia del fallecido Fidel Castro a alargar los discursos hasta que el público enarbola bandera blanca.
El nuevo lema del nuevo Orden Mundial (NOM) es “Unidos podemos más”… bajo el mando único adecuado, naturalmente. En España, el de Pedro
Primera pregunta: ¿es masón Pedro Sánchez? Porque ya desde antes de que se configura la nueva masonería, es decir, el Nuevo Orden Mundial (NOM), como ahora se le conoce, se solicitaba un gobierno mundial. Ahora lo hace don Pedro y, además, apuesta por una gobernanza mundial (eufemismo para hablar de un mando único planetario, un Gobierno único, global), atención, “holístico”… y todo todo ello con la excusa del coronavirus. Recuerden que las tiranías de futuro llegarán para proteger nuestra salud y nuestra seguridad. Vamos, que los nuevos tiranos todo lo hacen por nuestro bien.
‘Holístico’ es un término bastante hortera, como todo aquel movimiento o doctrina que no se define por su esencia -con un sustantivo- sino por sus accidentes -por un adjetivo-. Para que nos entendamos: que lo que importa es el todo, lo que importa es el sistema. Al individuo que le vayan dando por donde amargan los pepinos y se rompen los cestos. Justo lo contrario de lo que propone la filosofía cristiana, cuya ‘ideología política’, de existir como tal, debería resumirse así: el hombre es sagrado porque es hijo de Dios. No se le puede fastidiar ni tan siquiera en nombre de la humanidad o de la colectividad, como recordaba, en su espléndido discurso prenavideño, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso.
El nuevo lema del nuevo Orden Mundial (NOM), repetido por Sánchez en su discurso de la pasada madrugada, es “Unidos podemos (incluso podemas) más”… bajo el mando único adecuado, naturalmente. En España, el suyo. De hecho su co-gobernanza con las CCAA es un modelo perfecto de lo que el NOM pretende para el mundo mundial, un gobierno mundial: todos unidos y unidas, todos iguales… pero bajo el mando adecuado, que será global y con una ‘constitución’ progre.
Ojo, la masonería siempre ha sido centralista y siempre ha disfrazado su centralismo como “unidad”.
Por cierto: este discurso es otra prueba más de cómo Pedro Sánchez está convirtiendo a España en el laboratorio del NOM: multilateralismo, ideología de género y enfoque holístico.
Y así, podemos resumir los objetivos NOM para el mundo, que son los objetivos Sánchez para España: acabar con el hombre en nombre de la humanidad, acabar con el sexo en nombre del género, acabar con las naciones en nombre del multilateralismo, y acabar con Dios-Padre en nombre de la fraternidad universal.
Con la excusa del Covid, Sánchez convierte a España en el laboratorio del NOM: multilateralismo, ideología de género y enfoque holístico: lo que importa es el sistema, no la persona
Esta última probablemente sea la pieza esencial: el cristianismo es filiación divina, el sistema masónico de gobierno global y la religión universal es la fraternidad entre hermanos. El problema es que sin padre no hay hermanos porque tampoco hay hijos.
Pero si tienen dudas no se apuren: Sánchez se las aclara… en Naciones Unidas.
Naturalmente, unidos y unidas suele ser la forma más eficaz de que todos acabemos a guantazos porque esa unidad postiza sólo alberga falta de respeto con el adversario e imposición del consenso global: feminismo, ideología de género, ecologismo, derecho internacional, etc. ¿Un ejemplo de esa violencia en la uniformidad forzada por la aparente unidad de un consenso obligatorio? Pues la actual España de Pedro Sánchez, que vive una guerra civil sin trincheras. Todos contra todos.