- El PSOE y el PP tiemblan ante el posible triunfo de Pedro Sánchez.
- Saben que eso supondría la creación de un Frente Popular.
- Y lo del acuerdo social que propone Sánchez no es mejor, es peor: es el 15-M.
- La arremetida de la Justicia, tanto jueces como fiscales, contra el Gobierno multiplica la sensación de corrupción.
- Al tiempo, las filtraciones sobre casos de corrupción ponen en solfa no sólo al PP, sino a la Administración de Justicia.
- Por último, los ataques cibernéticos contra Telefónica y otras empresas. demuestran la fragilidad de nuestras infovías.
- Y el cainismo se ha disparado, como en la II República, y la Transición ha sido olvidada.
- En ese caldo de cultivo, cualquier chispa provoca una incendio.
Empecemos por el final. En 2017, la concordia de la Transición, como decía el ministro portavoz, Méndez de Vigo, consistió en superar la Guerra Civil. Pues bien,
el espíritu de la Transición ha muerto y el cainismo se ha disparado en España. Igualito que durante la II República, etapa previa a la Guerra Civil.
¿Es posible un enfrentamiento fratricida entre españoles hoy, en 2017? Pues siempre parece posible y alguna veces, probable. En este caldo de cultivo,
cualquier chispa provoca una incendio. Desde luego en
Moncloa están asustados. Por la posibilidad de perder el poder, ciertamente, pero también porque los niveles de resentimiento entre españoles se han disparado.
Ya hemos dicho muchas veces que la
Guerra Civil de 1936 se inició cuando los militantes socialistas se convirtieron en milicianos asesinos. Ahora, en el
PSOE, y también en el
PP, tiemblan por algo que parece más probable que posible: que
Pedro Sánchez gane las
primarias a Susana Díaz y vuelva a tomar el poder en el PSOE. A pesar de que ahora intenta no asustar a los sensatos y dice alejarse de Podemos, lo cierto es que en 2016 estuvo en un tris de crear el
Frente Popular con Pablo Iglesias y ahora nadie duda de que volvería a hacerlo. Ya habla de
pacto social, no sólo político, es decir, con sindicatos y asociaciones ciudadanas. Eso ya sabemos lo que significa: otro
15-M. Cuando se alían los comunistas siempre acaban comiéndose a los socialistas.
¿Puede ganar Sánchez? Cada día cuenta con más apoyos. Además, si gana
Susana Díaz, Sánchez romperá el PSOE. Si gana Sánchez, la vieja guardia no romperá el PSOE pero se verá arrastrada.
Al mismo tiempo, la mejora económica es compatible con una situación de abotargamiento industrial porque
España está perdiendo sus redes básicas de infraestructuras y sus empresas estratégicas a manos de fondos o de empresas estatales francesas o italianas. El pulso económico aún es débil pero el empresarial ha dejado de latir.
Más guerracivilismo: la
arremetida de la Justicia, tanto jueces como fiscales, contra el Gobierno multiplica la sensación de
corrupción. Al tiempo, las filtraciones sobre casos de corrupción ponen en solfa no sólo al PP, sino a la Administración de Justicia. ¿De verdad puede alguien creer que la explosión mediática de caos de corrupción y sobre todo, de filtraciones de conversaciones, surge por casualidad? Y por coincidencia, personajes tan curiosos como
Pedro J. Ramírez vuelven al proscenio: por ejemplo, se habla de la grabación en una cinta que se utilizó como
'chantaje', nada menos que contra Mariano Rajoy y por la que el PP pagó rescate… ¡y ni tan siquiera sabemos qué decía la gente!
Las filtraciones masivas han desacreditado, no a la clase política, sino a la Administración de Justicia. La crisis social se agiganta y el enfrentamiento civil también.
Y tampoco resulta baladí la debilidad española ante los
ciberataques sufridos por empresas españolas la tarde del viernes. Porque en la informática está la información… de la llamada sociedad de la información.
Lo importante: el peligro de guerra civil en España, con un frentismo PSOE-Podemos y con la decadencia de la Justicia y de la empresa no es baladí.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com