- Federica Mogherini (ministra de Exteriores de la UE) hizo pública el miércoles una declaración en nombre de la UE, en la que solo se lamenta la decisión de Maduro de ir adelante con su Asamblea Constituyente.
- Mientras que España únicamente pedirá la "supresión de visados" para los dirigentes del régimen venezolano.
En
Venezuela, Smartmatic, la empresa encargada del sistema de voto en la elección del pasado domingo de la Asamblea Nacional Constituyente, denunció el pasado miércoles que
las autoridades venezolanas manipularon las cifras de participación en al menos un millón de votos. Antonio Múgica, consejero delegado de Smartmatic, afirmó en rueda de prensa en Londres que las cifras divulgadas el lunes sobrestiman el número de ciudadanos que acudieron a las urnas.
Según el Consejo Nacional Electoral de Venezuela, 8.089.320 personas -el 41,53% del censo- participaron el domingo en las elecciones. "Calculamos que la diferencia entre la participación real y la anunciada por las autoridades es de al menos un millón de votos", indicó Múgica.
Por eso, la fiscal general de Venezuela,
Luisa Ortega Díaz, anunció el pasado miércoles la
apertura de una investigación sobre la presunta manipulación de los resultados para la Asamblea Nacional Constituyente, que calificó como delito de "lesa humanidad". En esta línea, el Parlamento venezolano pedirá una
auditoría de los resultados.
Mientras, el presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, anunció que la
Asamblea Nacional Constituyente se instalará el próximo viernes y no el jueves como estaba previsto, debido a que hay que esperar la proclamación de algunos ganadores que no han sido adjudicados por el Poder Electoral. La Guardia Nacional Bolivariana tomó el salón elíptico del Palacio Legislativo, sede del Parlamento.
En ese contexto, la
Unión Europea no reconocerá a la Asamblea Constituyente elegida el pasado domingo en
Venezuela por las dudas sobre su "representatividad y legitimidad" y advirtieron de que "intensificarán" su respuesta si se siguen socavando los principios democráticos del país. La Alta Representante de la Unión para la Política Exterior,
Federica Mogherini (
en la imagen con Rajoy), hizo pública una declaración en nombre de la UE, en la que se lamenta la decisión de Maduro de ir adelante con su Asamblea Constituyente.
Pero se trata de una débil declaración que no va más allá.
Parecida a la del Gobierno español, cuyo presidente,
Mariano Rajoy, adelantó que "la primera propuesta" que España trasladará a la UE en relación con la situación política que atraviesa Venezuela será pedir la
"supresión de visados" para los dirigentes del régimen venezolano.
Una medida meliflua, que no va a surtir ningún efecto sobre el régimen bolivariano…
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com