- En los primeros siete meses asciende al 2,44% del PIB y está a menos de cinco décimas del compromiso adquirido con Bruselas (2,9% del PIB).
- El indicador preocupa, a pesar de que el saldo negativo desciende un 17%, hasta los 26.773 millones.
- Los ingresos alcanzan los 100.785 millones ( 4%) por la mejora de la recaudación de impuestos ( 5,9%).
- Mientras, los gastos bajan un 1,2%, hasta los 127.558 millones por el sobrecoste de la producción de luz en territorios no peninsulares y la devolución del 25% de la 'extra'.
El Ministerio de Hacienda ha dado a conocer los
datos de ejecución presupuestaria del Estado correspondientes a julio, que han supuesto un 'jarro de agua fría' frente al excesivo triunfalismo que mostró su titular,
Cristóbal Montoro (
en la imagen), la semana pasada en el Congreso en la presentación y el
debate de los Presupuestos. Y es que, el
déficit del Estado, está ya en el 2,44% del PIB, peligrosamente cerca del
objetivo para todo el año (2,9%).
Esto supone que en el séptimo mes, el saldo negativo del Estado ya esté a sólo 0,46 puntos del compromiso adquirido con Bruselas. Desde el Departamento de Montoro intentan aparentar tranquilidad subrayando que el año pasado hubo una situación similar: el déficit del Estado estaba al 3,05% del PIB y el objetivo era del 3,5%.
Sin embargo, el indicador preocupa, a pesar de que su saldo negativo haya descendido un 17%, hasta los 26.773 millones. Y es que sólo faltan unos cuantos meses para los que acabe el año, donde se vivirá una auténtica
carrera electoral para ocupar La Moncloa. De ahí que cumplir el objetivo cobra aún mayor interés para el Gobierno del PP.
El déficit de 26.773 millones se debe a que los ingresos han alcanzado los 100.785 millones ( 4%), gracias a la mejora de la recaudación tributaria, la actividad económica y el empleo. Respecto a la
recaudación, hay que señalar un crecimiento del 5,9%, hasta los 85.856 millones, a pesar de la reforma fiscal. Además, el Gobierno prevé que ésta siga
viento en popa y recaudar este año el récord de 75.432 millones en IRPF y más de 62.000 millones en IVA.
Los ingresos en este impuesto indirecto ya crecen a un ritmo del 8,1%. Paralelamente, los impuestos sobre la producción y las importaciones aumentan un 7,5% y los medioambientales, un 52%. Además, los impuestos sobre la renta y el patrimonio (IRPF e Impuesto sobre Sociedades) crecen un 3,4% en los primeros siete meses del año.
Las transferencias entre Administraciones Públicas suben un 39%, debido al efecto de la liquidación definitiva del año 2013 de la financiación de comunidades autónomas y corporaciones locales.
Mientras, los
gastos han bajado un 1,2%, hasta los 127.558 millones. Un descenso que obedece principalmente a dos motivos: el sobrecoste de la producción de luz en los territorios no peninsulares y la devolución del 25% de la paga 'extra' correspondiente al año 2012 a los funcionarios.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com