La remuneración de Fernando Abril-Martorell en 2017 alcanzó los 7,39 millones de euros, frente a los 1,9 millones que ganó en 2016. ¿Dónde está la diferencia? En el bonus de 5,57 millones de euros que ha cobrado en acciones por el cumplimiento de los objetivos a medio plazo.
De hecho, según el informe de remuneraciones remitido por la compañía a la CNMV, la retribución en metálico del presidente de Indra fue de 1,8 millones, inferior a los 1,9 millones de 2016, que se divide de la siguiente manera: 775.000 euros como retribución fija, 880.000 euros como variable, 120.000 euros por ser presidente del consejo de administración y 8.000 euros en concepto de retribución en especie por asistencia sanitaria.
Además, Abril-Martorell vio incrementado su sistema de ahorro a largo plazo con una nueva aportación de 465.000 euros -la misma cantidad que en 2016- y ya acumula una pensión de 1,4 millones de euros.
A la vista de estas cifras, la pregunta es: ¿Está Indra como para que su presidente cobre 7,39 millones, es decir, el 5,8% del beneficio obtenido por la compañía, que alcanzó los 127 millones?
Otrosí: cobrar incentivos en acciones nos recuerda a las stock options que puso en marcha Juan Villalonga en Telefónica. Y eso tiene un riesgo: que el ejecutivo de turno esté más pendiente de la cotización que del beneficio. No es lo mismo, ni mucho menos. Por ejemplo, puede subir el precio de la acción al anunciar un expediente de regulación de empleo, algo que no es positivo desde el punto de vista del negocio.