- La capital se despide de la fiesta mundial del colectivo LGTBI y pasa el testigo a Nueva York. Muchos respirarán…
- No sólo ha habido manifestaciones, conciertos... también muchas escenas para olvidar.
- Por ejemplo: orines en los monumentos, el habitual paisanaje en cueros, faltas de respeto a ancianos, ataques a sedes de colectivos considerados adversarios…
- Y por si esto no bastara, en las fiestas del Orgullo no faltan las burlas a la Iglesia... mientras el padre Ángel les abre las puertas.
- Pero no todos están contentos en Madrid: los taxistas están muy cabreados con Carmena y los empresarios no han hecho tanto negocio como esperaban.
Este primer lunes de julio no es un día cualquiera, sino el primero tras la celebración mundial del
Orgullo Gay en Madrid y toca dejar de ver la
bandera arco iris que ha inundado el ciberespacio, la televisión, las calles, etc. La capital ha pasado el testigo a Nueva York y muchos respirarán… Es hora de hacer balance y preguntarnos si el Orgullo Gay ha sido una fiesta en
defensa de derechos o el habitual exhibicionismo.
El colectivo
LGTBI y todos los que le aplauden seguramente dirían que sí, sin duda, que es una fiesta reivindicativa. Pero no todos piensan lo mismo. Y es que no sólo ha habido manifestaciones, conciertos, sino también muchas escenas para olvidar.
Por ejemplo,
burlas (por decirlo suave, pues asemejaba a un acto sexual) a la estatua que el
Ejército dedicó a uno de los héroes del 2 de mayo -Jacinto Ruiz Mendoza-,
gente sem
idesnuda o desnuda completamente,
faltas de respeto a ancianos, ataques a las sedes de colectivos contrarios a los LGTBI (
Hazte Oír y Falange Española), e incluso violencia entre angelitos en cueros como se puede ver
en este vídeo.
Y por si esto no bastara, en las fiestas del Orgullo no han faltado ataques a la Iglesia, aunque hay que reconocer que esta vez los cristianos hemos dejado de ser el objetivo principal, como en otras celebraciones. Fíjense: a pesar de que
el padre Ángel les abrió las puertas de la parroquia de San Antón.
Las burlas sacrílegas han sido una constante en los orgullos. Por ejemplo,
usando crucifijos como taparrabos o disfrazados de monjas. Claro que, tristemente, no es la primera vez. En el World Pride celebrado en 2015 en Río de Janeiro se pudo ver a lesbianas y a un transexual crucificadas o a dos gays (uno disfrazado de Jesucristo) morreando. Pero nada, los delitos contra los sentimientos religiosos parecen de segunda (como demuestra el hecho de que
Rita Maestre fuera absuelta tras profanar la capilla de la Complutense, o lo ocurrido con la exposición blasfema de
Abel Azcona o la
performance del Drag Shetlas en el Carnaval de Las Palmas)… están más de moda los delitos de odio.
Pero no todos están contentos en Madrid con el Orgullo Gay.
A La Sexta no le salió muy bien una de sus entrevistas a pie de calle: la ciudadana se quejó de que la alcaldesa de Madrid,
Manuela Carmena, no hubiera querido poner el Belén en la Puerta de Alcalá, pero sí la bandera gay, y dijo "para nada me sumo para apoyarles, no me parece bien". Asimismo,
los taxistas están muy cabreados con Carmena por los cortes de tráfico y los atascos que han vivido, sobre todo, el fin de semana, perjudicando su servicio al cliente: "ha sido una vergüenza", ha comentado a Hispanidad uno de ellos. Y además,
muchos empresarios se han quejado de que el World Pride
no ha sido tanto negocio como se esperaba. Y una curiosidad,
se mostró solidaridad con Palestina, aunque los musulmanes no sean los mejores amigos del colectivo LGTBI.
Es decir, el resumen es que la reivindicación de derechos se basa en tolerancia y respeto sólo para los de los LGTBI. Los del resto importan menos en la fiesta del Orgullo Gay. Otra muestra la vemos
en este cartel donde se burlan de España, del PP y de la COPE, usando a Alaska y su marido, Mario Vaquerizo, especialista en exposiciones blasfemas contra la
Virgen María. En esta ocasión se han quedado en el PP y en la COPE y en alguna burla a la patria, como si fueran de la CUP.
Eso sí, el Orgullo ha tenido hasta el apoyo del
Rey de España y de la mayoría de los partidos. De hecho, se pudo ver a
Manuela Carmena,
Cristina Cifuentes,
Andrea Levy,
Pablo Iglesias -con la bandera gay, aunque recibe dinero de Irán, donde se ahorca a los homosexuales-,
Pedro Sánchez,
Albert Rivera -que apoyó a la caravana de la gestación subrogada, otra medalla que quiere colgarse tras la ley de autónomos…-,
Alberto Garzón, Rita Maestre, Pablo Echenique, Ángel Gabilondo, los populares Andrea Levy y Javier Maroto...
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com