Ryanair vuelve a estar entre la espada y la pared por el peligro de nuevas huelgas europeas de tripulantes de cabina. De hecho, los sindicatos españoles USO y Sitcpla, el portugués SNPVAC, los belgas CNE-CSC y LBC-NVK, el italiano UIL FILT-CGIL, el holandés FNV y el alemán Verdi se reúnen el viernes en Roma para acordarlas, pues siguen exigiendo que la low cost aplique la legislación nacional de cada país.
Mientras, los pilotos corren mejor suerte: acuerdos en Italia e Irlanda, y en España se abre la puerta a negociar un nuevo convenio colectivo
Eso sí, reclaman que lo haga en las mismas condiciones laborales a todos los tripulantes de cabina, ya sean de la propia empresa como los contratados por agencia ETT, explican desde USO. Por tanto, un escenario laboral bien distinto al de los pilotos: como saben, Ryanair ha llegado a acuerdos con los de Italia e Irlanda, además, el sindicato español de pilotos (Sepla) ha abierto la puerta a negociar un nuevo convenio colectivo.
Al hilo de las movilizaciones, conviene destacar que el secretario general de USO, Joaquín Pérez, ha pedido al ministro de Fomento (ver documento adjunto) que rectifique las declaraciones en las que ha defendido que la low cost irlandesa “cumplió” los servicios mínimos, aunque en realidad canceló unilateralmente 418 vuelos. Asimismo, ha criticado que José Luis Ábalos “acuse a los trabajadores de querer sacar rentabilidad” al convocar las huelgas, a pesar de que “ni siquiera se están pidiendo mejoras, sino el cumplimiento de la legislación nacional o de acuerdos ya firmados”. Y es que en el Foro de la Nueva Economía, el ministro ha subrayado que "frente a todas las amenazas de huelga, alguna tenía que producirse (la de Ryanair), porque en verano apetece mucho, y si alguien quiere sacar rentabilidad de una iniciativa de estas, mejor cuando más daño hace".
En agosto, Ryanair ha transportado 13,3 millones de pasajeros (+5%) y Norwegian, 3,8 millones (+10%)
Paralelamente, se han conocido los datos de tráfico de Ryanair, que ha transportado 13,3 millones de pasajeros en agosto, lo que supone un 5% más que hace un año, tras cancelar 550 vuelos. Un aumento mucho menos relevante que el de Norwegian, cuyo tráfico se ha incrementado un 10% en agosto, hasta los 3,8 millones de pasajeros.