• Se trata de un comercio de seres humanos sólo que al revés: pagar para no tener clientes.
  • París y Berlín quieren obligar a Turquía a servir de muro de contención contra el flujo de migrantes.
  • Para ello, se apoyarían en Frontex y en la misión de la OTAN en el Egeo.
  • No obstante, la Comisión propone una hoja de ruta para reimplantar un sistema de Schengen totalmente operativo.
París y Berlín quieren obligar a Turquía a servir de muro de contención contra el flujo de migrantes, apoyándose en la FRONTEX y la misión de la OTAN en el Egeo. Francia y Alemania esperan que Ankara readmita a los migrantes que intentan alcanzar las costas griegas y que mejore las condiciones de los centros para ellos con la ayuda de 3.000 millones de euros que la Unión Europea ha otorgado a Turquía, recoge Euronews. Grecia, también, ha recibido gran parte de los 700 millones de euros de ayuda de Bruselas a los países de la frontera sur de Europa donde llegan los migrantes. El problema es que el presidente francés tiene el enemigo en casa. Las críticas tanto por parte de la derecha francesa como de su propio primer ministro, Manuel Valls, a la política de cuotas de Merkel debilita el tándem franco-alemán. Francia que ha prometido acoger a 30.000 migrantes está muy lejos de cumplir con este objetivo. En cualquier caso, todo esto suena a que Europa compra a Turquía para que solucione su problema con los refugiados. Se trata de un comercio de seres humanos sólo que al revés: pagar para no tener clientes. Todo muy poco edificante… No obstante, la Comisión ha presentado hoy una hoja de ruta detallada con todas las etapas concretas necesarias para volver a ordenar la gestión de las fronteras exteriores e interiores de la UE y reimplantar un sistema de Schengen totalmente operativo. El comisario de Migración, Asuntos de Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos, ha afirmado: «En esta hoja de ruta presentamos las próximas etapas que debemos afrontar juntos para devolver lo antes posible la normalidad al funcionamiento del espacio de Schengen y que requieren la adopción de una serie de medidas importantes. En primer lugar, todos los Estados miembros deben acatar las normas: es preciso poner fin a la política de "permitir el paso". Además, los Estados miembros deben conceder acceso a los solicitantes de asilo pero denegar la entrada a quienes tengan meros fines de tránsito. En segundo lugar, hemos de subsanar las graves deficiencias detectadas en nuestras fronteras exteriores, pues obviamente nuestro espacio interior libre de controles fronterizos solo puede existir si protegemos firmemente nuestras fronteras exteriores. Para ello, los Estados miembros deben adoptar sin demora la propuesta de la Comisión relativa a la Guardia Europea de Fronteras y Costas presentada en diciembre, de manera que pueda empezar a aplicarse ya en el verano. Ha llegado el momento de que los Estados miembros trabajen codo a codo, unidos por el interés común de salvaguardar uno de los mayores logros de la Unión». Andrés Velázquez andres@hispanidad.com