Hispanidad ya publicó que el fundador de Microsoft y millonario Bill Gates, pieza clave del Nuevo Orden Mundial (NOM), está empeñado en que la humanidad deje de comer carne y, en sustitución, coma hamburguesas sintéticas... y, ya de paso, que beba agua de caca.
Y además, nos lo quiere imponer, pues llegó a aseverar que, si la población no cambiaba sus hábitos alimenticios, los gobiernos deberían encargarse de intervenir y regular la legislación para su consumo, incluso financiando los proyectos dedicados al fin que persigue la Agenda 2030 y el Foro Económico Mundial: dejar de comer carne procedente de los animales.
En su nuevo libro ‘Cómo evitar un desastre climático’, se muestra preocupadísimo por las flatulencias de las vacas, animales -pobrecitos ellos, inconscientes de su maldad- que son una de las principales fuentes emisoras de metano, un gas de efecto invernadero que ha alcanzado niveles récord y podría causar un aumento de las temperaturas de hasta 4 grados para fines del siglo, según una investigación publicada en julio pasado por el Global Carbon Project de la Universidad de Stanford. Y es que el ganado bovino es muy pedorro.
Y es que el ganado bovino es muy pedorro
Pero la absurda idea de Gates parece que prende, pues, según El Economista, el consumo de carne está cada vez más amenazado por las alternativas que han surgido a este producto. La carne vegetal y otras variantes que se están desarrollando en los laboratorios van a hacer que el consumo comience a descender en Europa después de 2025, cuando alcanzará su pico máximo. Esta conclusión se extrae del informe elaborado por Boston Consulting Group (BCG) y Blue Horizon.
Además, señalan que, dentro de dos años, en 2023, las alternativas creadas a base de plantas igualarán el precio, la textura y el sabor a la carne normal. Pero eso no es todo, en 2035 el 90% de los platos más populares del mundo tendrán su variante vegetal sin perder el sabor, añade El Economista.
Definitivamente, la estupidez cunde.