Se llama Valdis Dombrovskis y es vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario europeo del Euro y de Diálogo Social. En los pasillos de Bruselas aseguran que no se entiende con Ursula Von der Leyen, porque la presidenta es demasiado voluble, y el físico de Riga no.
Sin embargo, en la mañana del miércoles nos sorprendía a todos con una decisión sorprendente: Bruselas permitirá que su única baza contra políticos irresponsables, cortar los excesos de déficit y deuda, el barra libre para el derroche, seguirá durante 2022.
Eso sí, Bruselas pide, no sé si suplica, que los países más endeudados, por ejemplo España, un 114% del PIB, gasten con moderación e inteligencia. Como si tal cosa fuera posible.
Es decir, la pandemia sólo ha producido una idea en los gestores europeos: aumentar el océano de liquidez en el que nos movemos.
La UE se ha vuelto socio-monetarista. Los problemas económicos se arreglan con la producción de bienes y servicios no de dinero
A nadie se le ha ocurrido reindustrializar Europa como a nadie se le ha ocurrido aprovechar la crisis para reindustrializar España.
La UE se ha vuelto socio-monetarista. Los problemas económicos se arreglan con la producción de bienes y servicios no con la producción de dinero.
Y todo ello nos lleva a una posible crisis de deuda. Entre otras cosas porque se trata de una emisión masiva de deuda que está siendo comprada por el Banco Central Europeo (BCE). Un verdadero círculo vicioso.