‘Lolito’ Macron –un banquero de inversión en un Gobierno socialista-, Pedro Sánchez –cristófobo feminista- y Antonio Costa –podemita en el Trono- han creado, tras el 26-M, en la Europa de impronta cristiana, el monstruo perfecto: el capitalismo ateo.
Y lo han escenificado, con Macron en medio, claro está, en condición de gran maestre, con Sánchez a su derecha y Costa a su izquierda, justo antes del reparto del poder en la Unión, En resumen, que ‘Lolito’ Macron, un fracasado en Francia, utiliza, como su compañero de hermandad masónica, Manuel Valls, a España y Portugal para hacer frente a la maquinaria alemana, casualmente de matriz luterana.
A la nueva derecha y la nueva izquierda les une su progresismo –ideología de género y ecopanteísmo- y su cristofobia
Macron ha creado la logia perfecta, el monstruo perfecto: el capitalismo ateo en una Europa que consideran postcristiana. Casando lo incasable, pretenden una alianza entre dos opciones antiestéticas: el socialismo y liberalismo (más bien capitalismo), para marginar al Partido Popular Europeo (PPE) y, en especial, para extirpar lo poquísimo que le queda de cristiano a la democracia cristiana europea, precisamente desde que Robert Schuman creara la Unión Europea (UE)… cristiana.
Se trata de un compromiso histórico… e histérico, entre estatistas y adoradores del libre mercado… que no de la propiedad privada. Y ese matrimonio entre hiena y cocodrilo es posible gracia a que Macron, Sánchez y Costa poseen un enemigo común: el cristianismo.
Esta es la Europa surgida del 26-M: socialistas y liberales unidos contra el cristianismo… en la Europa cristiana
Esta es la Europa surgida del 26-M: socialistas y liberales unidos contra el cristianismo… en la Europa cristiana que vive tiempos de postcristianismo. Y toda fuerza política que, como Vox, pretenda restaurar la civilización cristiana es calificada de ultraderechista.
Lo más curioso es que, como el presidente del Gobierno español, el pasado jueves, la troika Macron-Sánchez-Costa se autocalifican de “moderados” y tildan de ultras, no a los comunistas, sino a los cristianos, a los que defienden el derecho a la vida del no nacido y del anciano terminal, o la familia natural formada por hombre y mujer. Estos son de extrema derecha: ultras o, simplemente, fascistas. Sin embargo, el neocomunismo podemita, bolivariano… eso es moderación y se les considera “socios preferentes”.
Otra contradicción de Sánchez: en España debe gobernar el partido más votado, en Europa una coalición de socialistas y liberales. Curioso
La izquierda clásica tenía como referente la justicia social y la derecha clásica tenía como referente la meritocracia que impone la creencia en la propiedad privada se han difuminado. Eso ya no se lleva. Lo dice ‘Lolito’ Macron del grupo liberal europeo y su monaguillo, Pedro Sánchez, del grupo socialista europeo. El resto son… ‘ultras’.
Europa ha creado el monstruo perfecto: el capitalismo ateo… y moderado.
Como colofón, Sánchez, con su frivolidad habitual, defiende, con exquisita naturalidad la doble interpretación de los resultados del 28-A y del 26-M. En Europa no debe gobernar el partido más votado –la democracia cristiana-, sino la alianza de socialistas y liberales. En España, por contra, debe gobernar en solitario el partido más votado, el PSOE y los demás deben apoyarle. Todo ello, en Bruselas y en Madrid, en nombre de la estabilidad. ¡Toma ya!