- El Tribunal Europeo de Derechos Humanos falla que no se ha violado el derecho al respeto a la vida privada y familiar.
- En el 'caso Paradiso y Campanelli', el menor concebido in vitro, se gestó en el vientre de una mujer rusa.
- El TEDH rectifica su anterior veredicto al no existir lazo biológico entre los padres y el hijo comprado por 49.000 euros.
- Así, apunta hacia el posible reconocimiento de que esta práctica atenta contra los derechos humanos.
- En Italia, la maternidad subrogada es ilegal, mientras en España, el PP anuncia la legalización.
Parece que el tema de los
vientres de alquiler (también llamado gestación subrogada) está no sólo de actualidad en España sino también en Europa. Precisamente, el pasado martes, el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminó en contra, al apoyar a
Italia, que retiró la custodia de un menor gestado por vientre de alquiler.
En concreto, ha fallado que en el
'caso Paradiso y Campanelli' no se ha violado el derecho al respeto a la vida privada y familiar, recogido en el artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos.
Las autoridades italianas retiraron la custodia a los padres no biológicos de un menor concebido in vitro, gestado en el vientre de una mujer rusa y que nació en 2011 en Moscú.
El
TEDH rectifica sobre la decisión previa de enero de 2015, cuando condenó a Italia a pagar 30.000 euros por violar el
citado derecho. Sin embargo, ahora, en su dictamen, opta por apoyar al país transalpino al considerar que
no hay lazo biológico entre los padres y el hijo comprado por 49.000 euros y que
el recién nacido estuvo menos de seis meses bajo su cuidado, tiempo insuficiente para generar una relación afectiva que pudiera suponer una vida familiar.
El Tribunal explica que "la Convención no reconoce el derecho a convertirse en padre o madre", por lo que
los "intereses públicos" tienen primacía sobre "el deseo de ser padres". Es la primera vez que un caso de vientres de alquiler llega a la más alta instancia del TEDH, que con su fallo apunta hacia el posible reconocimiento de que esta práctica atenta contra los derechos humanos.
Una decisión que aplaude la plataforma
Women of the World, que lucha contra la abolición universal de los
vientres de alquiler al considerarla una forma de explotación de la mujer y tráfico de menores. Y aunque el TEDH, que depende del Consejo de Europa, no manda (como si hace el Tribunal de Justicia de la Unión Europea -TJUE-), sí tiene mucho prestigio. Recuerden que
no reconoce el matrimonio gay.
En Italia, la maternidad subrogada es ilegal, mientras en
España, el
PP acaba de anunciar que debatirá
su legalización.
Esperanza Aguirre, portavoz popular en el Ayuntamiento de Madrid y expresidenta del PP madrileño, ha sido la última en mostrarse a favor de regular los vientres de alquiler, aunque es algo "muy polémico" porque "soluciona los problemas de mucha gente". Entre los partidarios del sí también están
Javier Maroto o
Cristina Cifuentes, entre otros.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com